«QUEREMOS UN COOPERATIVISMO CON MÁS INCIDENCIA EN POLÍTICAS DE ESTADO»

18 julio 2015

(Nota de Prensa 054_2015) – Entrevista de la agencia Ansol al presidente de FEDECOBA y COOPERAR, Ariel Guarco, en donde abordó diversos temas que ayudan a comprender un enorme abanico de rubros. Un completo análisis del cooperativismo argentino, su actualidad y cómo se proyecta en los tiempos que vienen.
 
 

 

El activo presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar) y miembro del Consejo de la Alianza Cooperativa Internacional, Ariel Guarco, además es autor de un libro donde compila tanto su experiencia personal como buena parte de la actualidad del cooperativismo argentino.

* Por Nahúm Mirad, para Agencia Ansol – En una entrevista tocó diferentes temas que ayudan a comprender una realidad que implica un enorme abanico de rubros, presencia en cada una de las regiones del país y –sobre todo- una alternativa probadamente viable para encarar con democracia, solidaridad y compromiso social actividades económicas esenciales.

“El cooperativismo argentino: una esperanzadora mirada al futuro, cuenta la historia “desde adentro” de un espacio de la economía solidaria, muchas veces poco visible aunque siempre valorado por sus beneficiarios directos. Conocedor de la heterogeneidad del movimiento y de la importancia de los diálogos permanentes como forma de construir esa inmensa red de organizaciones que convergen en Cooperar y otras confederaciones, sostiene Guarco: “este libro no pretende bajo ningún aspecto ser palabra irrefutable, ni convertirse en receta mágica. No pretende siquiera realizar un análisis profundo y acabado del movimiento cooperativo. Pretende, tan solo, convertirse en un disparador, en una herramienta que nos permita generar el debate, plantear los ámbitos necesarios para el análisis y proyectar con optimismo y fundamentos el futuro”.

Su lugar desde donde hacer una “mirada” sobre las cooperativas argentinas es privilegiado. Cooperar asocia en la actualidad a 65 federaciones de cooperativas de todo el país: cooperativas de servicios públicos y esenciales – energía eléctrica, agua potable, gas envasado y por red, telefonía fija y móvil, internet, televisión por cable, etc. -, cooperativas de trabajo, de turismo, de salud, de ahorro y crédito, de seguros, agropecuarias, de farmacias cooperativas, de seguridad, de consumo, de vivienda, de diarios cooperativos, de medios audiovisuales, entre otras, comprenden el variado abanico de sectores y actividades económicas donde están presente las cooperativas.

Analizamos con él la realidad del cooperativismo argentino y cómo se proyecta el mismo en la actualidad y en los tiempos que vienen.

¿Cuál es la realidad de la Confederación que encabezas y –principalmente- las líneas de acción que se impulsan en la actualidad, en el marco de un año electoral donde habrá un escenario con cambios y continuidades?

Cooperar ha celebrado hace pocos días, una nueva Asamblea Anual Ordinaria donde ha puesto en funcionamiento la reforma estatutaria aprobada recientemente por el INAES, que lleva de uno a tres años la duración en su cargo a los consejeros electos para desempeñar una función de conducción dentro de la confederación y eleva de 5 a 9 los cargos dentro de la mesa ejecutiva.

Posteriormente ha elegido a los consejeros que tendrán la responsabilidad de conducir los destinos de la entidad, donde la actual conducción ha sido totalmente respaldada y ratificada en sus cargos y donde se han incorporado nuevos consejeros provenientes de federaciones que nunca habían tenido representatividad en la conducción de la confederación. Este hecho va en sentido directo de dar mayor sustentabilidad institucional a esta entidad que representa cada vez más al cooperativismo de nuestro país.

Nuestra principal línea de acción, en el marco de un año electoral está centrada en construir un fuerte consenso entre el movimiento cooperativo y mutual para que la promoción de la economía solidaria sea una política de Estado para el gobierno que se inicia.

En este camino, la construcción en conjunto de una ley de la economía solidaria, -a partir del anteproyecto presentado por el presidente del INAES-, que nos entusiasme a todos, y que nos garantice todos los instrumentos necesarios para llegar a ser el tercio de la economía a la que aspiramos, es una de nuestras principales tareas para el presente año.

¿Si hiciéramos una foto del cooperativismo argentino actual y la comparásemos a una de hace 15 años atrás, cual serían las principales diferencias y similitudes?

Respecto de 15 años atrás, considero que hemos logrado una mayor visibilidad y consenso en el seno de la sociedad y en la valorización de todos aquellos que hacen política en argentina. Nadie discute hoy la importancia del cooperativismo para resolver nuestros grandes problemas: el tema habitacional, la generación de trabajo, el acceso al crédito, la industrialización de nuestro territorio, etc.

En cada uno de nuestros sectores ha habido novedades importantes: el explosivo crecimiento del cooperativismo de trabajo como herramienta para la inclusión social, los nuevos servicios del cooperativismo de servicios públicos, que se consolida como herramienta de desarrollo local, los importantes avances en el campo de las comunicaciones audiovisuales, el importante crecimiento de las exportaciones en manos de cooperativas agropecuarias, así como el incremento del número de pequeños productores asociados entre los agricultores familiares más desprotegidos y la consolidación de nuestras grandes empresas de consumo, seguros, crédito, agroindustriales, etc.

La economía solidaria en general -y el cooperativismo en particular- tienen historia, peso específico, diversidad de áreas de desarrollo, una doctrina sólida, etc. ¿Qué le falta para tener el peso político y el protagonismo en las grandes decisiones en cuanto a Política de Estado?

Creo que es sumamente importante que el reconocimiento que hoy tiene el cooperativismo en todos los discursos y propuestas se traduzca en una participación activa y orgánica en el diseño de cada una de las políticas públicas. Es necesario que el Estado tenga espacios de articulación con el movimiento en cada una de las áreas que son claves. En el BCRA, el Ministerio de Agricultura, Secretaría de Vivienda, Secretaría de Energía, etc., debe haber áreas especializadas para promover la construcción de democracia económica.

Es necesario asimismo, que el sector entienda que es necesario redoblar esfuerzos en pos de alcanzar una mayor incidencia en cada uno de los estamentos del Estado, en los lugares donde se deciden las políticas relativas al sector en particular y al país en general.

Desde hace un tiempo se viene asumiendo en el mutualismo y el cooperativismo la necesidad de unidad. ¿Cuál es el sentido de esta? ¿Cómo visualizás los pasos a dar?

Estamos construyendo una identidad común. Para esto estamos comprometidos con el diálogo y la integración, cuyo principal exponente hoy es la Mesa Nacional de la Economía Solidaria, integrada por el mutualismo, el cooperativismo y parte del asociativismo pyme. Este acuerdo tiene que ser la base para la construcción de un nuevo sujeto político, económico, social y cultural, que interpele al Estado y organice a los ciudadanos con el objetivo de construir más y mejor democracia a partir de democratizar cada vez más nuestra economía.

Tenemos que mostrar a nuestros compatriotas que somos el mejor modelo para construir economía en manos de la gente, para democratizar en serio nuestras relaciones económicas, para que al momento de decidir cómo producimos, y que consumimos,la democracia tenga la palabra y no el capital concentrado.

Reflexionando sobre la relación actual entre el movimiento cooperativo y el Estado (tanto a nivel nacional, como provincial y/o municipal) ¿Qué cosas cambiarías, que cosas mantendrías y que cosas multiplicarías?

Es necesario trabajar en una mayor institucionalización de nuestra participación en todos los niveles. No alcanza con formar parte del directorio del INAES, experiencia que nos parece sumamente positiva, sino que es necesario que consumidores, usuarios, trabajadores, pequeños productores, todos organizados en cooperativas, tengamos efectiva participación en el diseño y gestión de cada política pública.

Si no están los usuarios y los trabajadores, los productores y la comunidad, no hay participación. No se puede diseñar una estrategia de acceso e integración de cada uno de los servicios públicos sin la participación de las comunidades que están organizadas y representadas por las cooperativas. Nunca alcanzarán las políticas de vivienda si no se potencian con la autogestión y la construcción participativa del hábitat.

¿Cómo fue la relación del movimiento con el Gobierno Nacional en esta etapa tras tres períodos de clara continuidad en cuanto a políticas y –en general- en cuanto a funcionarios?

En la historia reciente, la que uno puede recordar, creo que no ha habido un gobierno que apoye tanto al cooperativismo como este. En el marco de un proceso construcción de un modelo inclusivo, que busca la integración territorial y el desarrollo industrial, las cooperativas han jugado un papel central, y para esto ha sido fundamental el rol desempeñado por el Dr. Patricio Griffin en la conducción del INAES y la consolidación de nuestra participación como sector, en la conducción del instituto, a través de nuestros directores cooperativos y mutuales.

La política de cogestión de fondos entre el Estado y el sectorllevada a cabo desde INAES, ha permitido contar con recursos volcados a la promoción como no se recuerda en nuestra historia, que han posibilitado a todo el movimiento cooperativo, -desde las confederaciones, federaciones, hasta las cooperativas de base-, hacer realidad proyectos tantas veces postergados. Debemos valorar asimismo, los nuevos caminos abiertos a partir de la ley se servicios de comunicación audiovisual, y la política masiva de inclusión a partir de la organización cooperativa, entre otras, que ha llevado adelante este gobierno.

 Como no puede ser de otra manera, también hemos tenido conflictos y cuentas pendientes, como por ejemplo respecto a los problemas de sustentabilidad económica de nuestras cooperativas de servicios públicos, el poco avance para incorporarnos como actores centrales en la telefonía móvil, o la falta de una política clara para autorizar y promover la organización de cajas de crédito cooperativas.

Por primera vez el cooperativismo argentino cuenta con un representante formando parte del Board Mundial de la Alianza Cooperativa Internacional y con la presidencia de la Juventud Cooperativa Internacional. ¿Qué importancia le asigna a este hecho?

Ser parte del Board de la Alianza Cooperativa Internacional, sin dudas un hecho histórico para el cooperativismo argentino (que cuenta hoy con 2 representantes de los 23 que conforman el Board Mundial), representa una doble oportunidad: por un lado poder aprender y nutrirnos de los diferentes desarrollos alcanzados por otros movimientos cooperativos de otras latitudes, como base para un mejor desarrollo y crecimiento de nuestro propio movimiento, y por el otro, la posibilidad de llevar fronteras afuera, la riquísima historia y el gran desarrollo en un abanico tan variado de actividades que el cooperativismo argentino hoy representa, como un aporte más a la construcción de una sociedad, de un mundo, donde cada vez más sea el ser humano el actor central y principal destinatario de todo nuestro esfuerzo, de todo nuestro trabajo, de todas nuestras políticas de acción.

La última. El papa Francisco recupera en muchas de sus manifestaciones el rol del cooperativismo para enfrentar los actuales problemas de la humanidad. ¿Cómo influye en el seno del movimiento que exista un “papa pro cooperativo”?

El Papa Francisco, que no solo es cooperativo, sino que además es argentino, y ello además de llenarnos de orgullo, es una fuente de inspiración y un ejemplo del mayor compromiso con la paz y la solidaridad. El Papa ha sido clarísimo en sus expresiones de respaldo a las cooperativas y esto ayuda a potenciar nuestra tarea. El mensaje a los católicos debe ser claro: si queremos un mundo en sintonía con lo que hoy Francisco predica, si queremos una economía al servicio del hombre y la mujer y no del dinero, la única respuesta es más economía solidaria, más cooperativismo.

 

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