(Las Voces) –   En el centro cultural de la entidad cooperativa se realizó el cierre de este 2016. Además, se presentó un libro de historia de la ciudad escrito por Luis Alberto Rateriy. El acto contó con la presencia de funcionarios municipales y del intendente.

El pasado viernes la Cooperativa de Provisión de Electricidad, Servicios Público, Crédito y Vivienda de Mar del Plata, despidió el año en su flamante salón cultural, circunstancia en la que, además, se conmemoró su 82º aniversario y se presentó el libro La tierra del fuego y la pescadilla, de Luis Alberto Rateriy.

La presencia destacada fue la del intendente municipal, Carlos Arroyo, quien dirigió unas palabras al público. En primer lugar, remarcó la labor fundamental de la Cooperativa en la historia de nuestra ciudad, y luego se explayó larga y positivamente sobre la persona de Luis Alberto Rateriy, con quien compartió muchos años de docencia.

Finalizado el acto protocolar, pudimos conversar con el presidente de la institución, Juan Carlos Dentis, quien señaló que 2016 fue un año en que la Cooperativa tuvo mucho trabajo. “Realizamos tareas que parecían de cumplimiento imposible pero que sobre el final se dieron. Empezamos a dar corriente a la obra del complejo policial Vucetich, nos aprobaron la ordenanza para la red de fibra óptica para brindar servicio de internet y estamos por armar la agenda del año que viene para empezar a gestionar el espacio 75 en la organización Trimarchi”.

¿Cómo ves el rol de la cooperativa Mar del Plata en la ciudad?

La realidad es que la Cooperativa está llamada a posicionarse en la ciudad. El intendente nos ofreció todo el apoyo. Y la verdad es que la Cooperativa es la más vieja de Mar del Plata es de las más importantes y está llamada a tener un rol preponderante. Aceptamos los desafíos; una empresa de la gente tiene que darle calidad a la gente y cumplirle los sueños, las necesidades y los desafíos que nos traiga.

¿Qué queda por mejorar?

Uno de los desafíos es cambiar esa dejadez que hemos tenido en los últimos años, por distintas circunstancias, en la comunicación, y volver a conectarnos con los vecinos. Sin una comunicación adecuada, podemos tener los mejores proyectos, pero es lo mismo que hacer señas en la oscuridad: no nos ve nadie.