Lescano expresó su «preocupación» por la situación económica de las distribuidoras de electricidad del área metropolitana, Edenor y Edesur, al insistir en que «van a tener problemas incluso para pagar los sueldos» por la caída de sus ingresos reales desde 2003.
Lescano consideró que el mecanismo de expropiación, tal como se aplicó en el caso de la petrolera Repsol-YPF, «no» es el apropiado en estos casos, y abogó, en cambio, por promover una participación del Estado del «30 por ciento» en las empresas distribuidoras de energía mediante la participación de la Anses como inversor en el capital accionario, con lo que el Estado «ya tendría el poder de veto».
«Así como está, no», respondió Lescano, al ser consultado sobre si la matriz energética puede seguir mucho tiempo de igual manera, y adujo: «No estamos con la calidad [del servicio] que debe tener el usuario».
Más cortes
Según datos oficiales del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), publicados ayer por LA NACION, la cantidad de cortes del servicio y su duración (dos de los principales indicadores para medir la calidad en el sector) sufrieron importantes aumentos en los últimos siete años.
Las interrupciones subieron hasta un 90 por ciento, mientras que la duración de los cortes lo hicieron hasta un 175 por ciento entre 2003 y 2010, último año sobre el que el ente regulador oficial tiene datos publicados.
La situación es pareja para las tres empresas distribuidoras del área metropolitana -Edenor, Edesur y Edelap-, que enfrentan un aumento de costos de hasta nueve veces de 2002 a la fecha, mientras que las tarifas subieron apenas 60 por ciento.
En declaraciones a Radio Mitre, Lescano también manifestó su «preocupación» por el potencial default de la deuda corporativa sugerido por Edesur y Edenor, al insistir en que esas empresas «van a tener problemas en los próximos 90 días, incluso para pagar sueldos», porque, admitió, «tienen las mismas tarifas desde hace ocho años».
El jefe de Luz y Fuerza agregó: «El Estado debe tener el poder de decisión en el parque energético. No debemos dejar que la actividad privada maneje todo».