Hoy, en Naciones Unidas celebramos el Día de las Cooperativas. Esta es una observancia especial porque 2012 ha sido declarado por la ONU como el «Año Internacional de las Cooperativas». Así, nuestro líder, el secretario general Ban Ki-moon, nos recuerda que el movimiento cooperativista ofrece una senda para el futuro en tiempos de crisis económicas en nuestro mundo.
«Con su distintivo énfasis en los valores, las cooperativas han demostrado ser un modelo empresarial versátil y viable, que puede prosperar incluso en épocas difíciles», dice el secretario general. ‘Su éxito ha contribuido a impedir que muchas familias y comunidades caigan en la pobreza.’
Es realmente sorprendente ver el número de personas alrededor del mundo que trabajan en cooperativas, así como también advertir el impacto que éstas tienen en las vidas de muchos más.
A nivel mundial, el sector cooperativo cuenta con alrededor de 800 millones de miembros en más de 100 países, lo que resulta – se estima -, en más de 100 millones de empleos. En términos de Producto Bruto Interno, el efecto resulta francamente asombroso. En Kenia, por ejemplo, país en el que viví de joven y donde presencie la explosión del movimiento cooperativista en las décadas posteriores a su independencia, el 45% del PBI nacional proviene de las Cooperativas.
En Argentina, los números resultan impresionantes también. Recientemente, Ariel Guarco, presidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), me comentaba que ardedor de 10 millones de argentinos están asociados a una cooperativa en forma directa o indirecta y que uno de cada dos argentinos consumen productos elaborados en las organizaciones.
«Contribuimos con casi el 10% del PBI nacional», expresó Guarco, detallando que millones de personas en el país acceden a servicios básicos y energía de esta forma. «Además, las cooperativas proveen agua potable, cloacas, televisión por cable, Internet, telefonía, servicios de salud, farmacia y turismo».
Cuando mis amigos de Cooperar mencionaron el sector turismo, pensé que esto podía sorprender a algunos. No obstante, hace algunos meses, miembros del staff de nuestro Centro de Información de la ONU, en Buenos Aires, visitaron un emprendimiento turístico cooperativo en los Valles Calchaquíes, una hermosa región de la linda provincia de Salta.
Allí, un grupo de campesinos han creado la cooperativa «Red de Turismo Campesino» y promueven la autogestión para el desarrollo sostenible y el turismo respetuoso -en el departamento de San Carlos-. Con una pequeña dotación del Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, que es administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina, un conjunto de familias se han reunido para ofrecer alojamientos turísticos de calidad y, a su vez, trabajar juntos para mejorar la producción de productos locales como artesanías, vinos y dulces, que la red ofrece al público en su propio local.