COOPERATIVAS, UNA ALTERNATIVA PARA TRABAJO JUVENIL

09 octubre 2012

(IPS) – Jóvenes en distintas partes del mundo afrontan limitadas perspectivas laborales por las vías tradicionales. En medio de esta crisis de empleo, las cooperativas buscan maneras de conectarse con esta reserva de talentos desaprovechados.
 

Es por esto que la Cumbre Internacional de Cooperativas, que desde este lunes 8 y hasta el jueves 11 se celebra en la oriental ciudad canadiense de Quebec, guardará asientos para futuros líderes.

Alrededor de 150 jóvenes han sido invitados para representar a sus respectivas organizaciones cooperativas en esta cita mundial.

Es una oportunidad para que se contacten con sus pares y aprendan de los mayores de sus cooperativas, dijo Stephanie Guico, coordinadora del programa Futuros Líderes en la conferencia. Aunque habrá paneles especiales y acontecimientos diseñados para ellos, se espera que los jóvenes líderes, de entre 20 y 35 años, hagan sus propios aportes.

«Espero que traigan una voz joven, ideas innovadoras, perspectivas nuevas. Espero que no se autocensuren», declaró Guico a IPS.

«Hay mucho que ganar al escuchar a los jóvenes, que están más en contacto con la integración en el área virtual y con maneras de colaborar y comunicar que son nuevas», agregó.

Charles Gould, director general de la Alianza Cooperativa Internacional, dijo que «ahora hay una generación que ha crecido con un cierto tipo de cooperación a través de las redes sociales».

«Esto debería hacerlos más receptivos al modelo cooperativo, pero no han oído sobre él como modelo empresarial», señaló a IPS.

Dev Aujla es experto en crear conexiones a través de las redes sociales para responder a una necesidad, y será una de las personas que disertarán ante los jóvenes líderes.

Aujla, fundador de la organización sin fines de lucro DreamNow, que convierte ideas en bienes sociales, colaboró en la redacción de un libro con Billy Parrish, activista contra el cambio climático que escribe para la revista estadounidense Rolling Stone.

Los caminos de Parrish y Aujla se cruzaron en Internet, como «amigos» de la red social Facebook que nunca se habían conocido, pero que compartían principios similares y dedicaban sus vidas a movilizar a los jóvenes para abordar los problemas de sus comunidades.

Su libro «Making Good: Finding Meaning, Money, and Community in a Changing World» (Haciendo el bien: Hallando significado, dinero y comunidad en un mundo cambiante) sirve como hoja de ruta para jóvenes interesados en hacer carrera en el área de los proyectos sociales.

Aunque esa carrera puede tener momentos desalentadores, se está convirtiendo en una opción atractiva para quienes quieren un empleo que pague suficientemente bien y busque servir a la comunidad, dijo Aujla.

Para quienes estén interesados, el modelo de las cooperativas puede brindar una base de apoyo, porque no requiere mucho capital, y porque con él «se puede tomar cualquier industria imaginable y reinventarla de tal modo que haga el bien», sostuvo.

El modelo cooperativo habla el idioma en el que se crió la generación actual, mediante la exposición al diálogo sobre cambio climático y otros asuntos ambientales. «Toda esta generación sabe que quiere hacer algo bueno y simplemente le atrae», agregó Aujla.

Guico, licenciada en desarrollo internacional, planteó que, aunque los jóvenes tienen más acceso a información para educarse a sí mismos sobre los temas de actualidad, el modelo de las cooperativas no les resulta tan familiar porque no siempre está incluido en los programas académicos.

Las redes sociales pueden ayudar al movimiento cooperativo en sus esfuerzos por conectarse con los jóvenes, pero se necesita más educación sobre cómo pueden ofrecer una vía alternativa hacia el empleo.

«Siendo realistas, esto requerirá una presentación diferente del modelo y una mejor explicación del mismo», dijo Gould.

Fue necesario que Guico hiciera sus propias investigaciones y conociera a la gente correcta para que se abriera camino en el movimiento de las cooperativas. Lo mismo ocurrió con otras personas a su alrededor.

«La mayoría se topaba con el movimiento, lo que dice algo sobre cuán bueno es el movimiento cooperativo en promoverse a sí mismo y en comunicar su identidad», planteó.

Guico considera que parte del problema radica en que las cooperativas operan de un modo más discreto que las corporaciones. «Tendríamos que imponernos antes de que eso (forje) una percepción sobre nuestra importancia», dijo.

Otro motivo por el que las cooperativas no están en las mentes de muchos jóvenes es que las escuelas no ahondan en lo que el modelo ofrece, si es que lo mencionan, según Guico.

«La mayoría de las instituciones educativas están orientadas hacia el modelo capitalista, que es demasiado complejo, y tienden a simplificarlo o minimizarlo», explicó.

Si no hubiera decidido explorar las cooperativas por su cuenta, Guico seguramente habría continuado pensando que éstas solo se dedicaban a hacer artesanías y a funcionar como pequeñas empresas agrícolas, como le habían hecho creer.

En Canadá, la Saint Mary’s University de Halifax ofrece una maestría diseñada en torno a la empresa cooperativa.

Ese centro de estudios patrocinó Imagine 2012, un encuentro sobre economía cooperativa que precedió a la cumbre.

Pero la maestría, que es cursada por personas de todo el mundo a través de Internet, está dirigida a cooperativistas insertos en el movimiento. La mayoría de los estudiantes trabajan en la industria desde hace entre 15 y 20 años, y buscan adquirir nuevas herramientas de administración y conectarse con otros líderes del sector.

Si las personas aprendieran sobre este tema de la manera en que se estudia habitualmente, el sector estaría mucho más avanzado, sostuvo Karen Miner, directora gerenta del programa de Administración, Cooperativas y Uniones de Crédito en Saint Mary’s.

De ese modo, «estaríamos mucho mejor educados sobre el sector e incluso sobre nosotros mismos. Tenemos una gran cantidad de gerentes de cooperativas que proceden de las empresas tradicionales, y me incluyo», dijo Miner a IPS.

La ecosocióloga Laure Waridel, que también disertará para los jóvenes en la cumbre, considera que los cursos universitarios no valoran suficientemente la economía social, particularmente en el área de la administración.

Waridel, quien impartió un curso en la McGill University de Montreal, buscó incorporar algunas lecciones sobre emprendimientos sociales en sus conferencias invitando a oradores que trabajaban en la economía social.

El modelo cooperativo, que se enorgullece de abrazar valores democráticos y participativos, donde los jóvenes pueden ayudar a influir y a moldear el futuro del movimiento, tiene mucho espacio para crecer y sumar nuevos miembros, dijo Waridel.

«El mensaje a los futuros líderes es que necesitamos preparar una transición hacia otra economía», declaró a IPS.

«Está muy claro que el modelo dominante en el que estamos inmersos es insostenible», agregó.

 

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