La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) consideró ayer que las cooperativas son un aliado «crucial» para reducir la pobreza en el mundo y para que los pequeños productores de alimentos tengan un acceso competitivo a los mercados.
Durante el Congreso Mundial de Cooperativas que se celebra en Manchester (Reino Unido), el director general de la FAO, José Graziano da Silva, aseguró que el modelo de empresa cooperativa permite a muchos productores de alimentos participar en la formulación de políticas que afectan a sus vidas.
«Las cooperativas observan valores y principios fundamentales que son esenciales para hacer negocios de una manera equitativa, que busca promover y beneficiar a sus miembros y a la comunidad a la que pertenecen», aseveró el responsable del organismo de la ONU, según un comunicado del mismo difundido en Roma.
ZONAS RURALES Para Graziano, las cooperativas adquieren una especial relevancia en las comunidades rurales pobres, donde, según explicó, «unir fuerzas es fundamental para promover el desarrollo local sostenible».
En el caso de la agricultura, puntualizó, las cooperativas ayudan a los campesinos y pescadores de pequeña y mediana escala a obtener acceso a los mercados.
El director general de la FAO destacó que en todas partes del mundo las cooperativas contribuyen a generar empleo, a impulsar las economías nacionales y a reducir la pobreza, lo que a su vez, explicó, ayuda a mejorar la seguridad alimentaria.
Según Graziano, la organización se ha comprometido a fomentar el crecimiento de las cooperativas agrícolas, especialmente a través del nombramiento de embajadores especiales encargados de elaborar enfoques, directrices, metodologías y herramientas de formación sobre el desarrollo organizativo y el apoyo a las políticas.
Subrayó que, aunque el número de personas que padecen hambre se ha reducido en 132 millones desde 1990, es «inaceptable» que haya 870 millones de personas en el mundo que pasan hambre.