En ese sentido, la jefa de Estado remarcó que «equidad implica entender que los ciudadanos de algunos países ricos tienen un patrón de consumo de energía que no es sustentable» y exigió «hablar de números concretos y de responsabilidades concretas». «El consumo de energía es esencial para la producción, la inclusión social y la igualdad», resumió.
La mandataria indicó que en los países más desarrollados «se consume el cuádruple de energía que en los países de ingresos medios, y casi 14 veces más que en los de bajos ingresos» para reclamar un diálogo sincero sobre la producción y uso de energía.
«Todos tenemos responsabilidad, pero hay algunos que tienen más responsabilidad que otros», señaló la Presidenta en un discurso que fue seguido con atención por su par francés Francois Hollande, quien también habló en la jornada inaugural junto al príncipe heredero emiratí, la reina Rania de Jordania y el titular de Siemens, Chuck Grindstaff.
«A pesar de que los países de América del Sur y el Caribe solamente son responsables del 5 por ciento de las emisiones a nivel mundial, en los últimos años se destacaron por su crecimiento económico y su inclusión social», insistió la jefa de Estado y destacó que «el rol del Estado en la regulación para aumentar la eficiencia energética», al sostener que «hoy el mundo cambio y los Estados tienen roles activos en el marco de la crisis, cuando antes habían sido desplazados».
La Presidenta llamó también a «avanzar en eficiencia energética, porque si bien debemos detener la cantidad de emisiones, no podemos detener el consumo de energía». Cristina señaló que «la clave está en la tecnología y la innovación» y aseguró que «los países con mayor pasivo en materia ambiental deben ser los que más contribuyan a la generación de energías alternativas, las cuales requieren ingentes inversiones de dinero».
Ante los representantes de más de 150 países, Cristina resaltó que en materia de eficiencia energética, Argentina «es el primer exportador de biocombustibles del mundo», pese a que «en 2003, cuando asumió Nestor Kirchner, no se producía ningún biocombustible» en el país. La mandataria subrayó que el biocombustible producido en Argentina «tiene una de las mayores calidades de corte» y recomendó a la Unión Europea que «exija la misma calidad para el biocombustible que se produce en el bloque».
En tanto, remarcó que en lo que hace a potencial de energías renovables «se estima que hoy se utiliza el 22 por ciento de hidroenergía y el 4 por ciento del resto». Por eso, la mandataria agregó que en nuestro país «casi un tercio de la energía producida es hidroeléctrica», y allí detalló a los asistentes a la Cumbre los pormenores del lanzamiento de la licitación para dos represas en la provincia de Santa Cruz.
Respecto a la utilización de energía nuclear, remarcó que Argentina es «uno de los 10 países del mundo con mayor expertise» en la materia. Por eso, consideró que «la energía nuclear es una de las energías más limpias, más sanas, y que puede resolver problemas en materia de costos».
Al referirse a los recursos de Sudamérica, mencionó que sólo Argentina, Bolivia y Chile, poseen el 40 por ciento de la producción mundial del litio, un recurso clave. «Los países tenemos la obligación de mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas, porque los servicios no son sólo energía sino también salud, vivienda y progreso», definió la jefa de Estado.
En ese sentido, Cristina entendió que «es necesario articular el desarrollo económico con la distribución energética, porque no sería compatible un medio ambiente sustentable con grandes franjas de población del mundo sumidas en la pobreza».