En ocasión de celebrarse, como cada año el 8 marzo, el Día Internacional de la Mujer, el Comité de Equidad de Género de la Alianza Cooperativa Internacional presentó su tradicional mensaje.
“Estamos ante un punto de inflexión histórico en el que urge redefinir los estereotipos de poder y liderazgo para las mujeres, que las lleve a convertirse en socias igualitarias en la toma de decisiones y maximizar su aporte al desarrollo socioeconómico. La historia nos ha enseñado que las consecuencias negativas de la inequidad las padece toda la humanidad y conseguir la equidad efectiva de las mujeres es un imperativo social y económico por el que deben luchar hombres y mujeres por igual”, comienza el mensaje de ACI con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Y más adelante agrega: “El modelo empresarial cooperativo, por tanto, es la plataforma ideal para derribar las barreras de inequidad, y está en una posición privilegiada para brindar a las mujeres acceso a una democracia participativa, a instancias decisorias, acceso a los mercados y a la tecnología y sobre todo, para brindarles protección frente a las injusticias del modelo de desarrollo imperante”.
Señala además, que “una tercera parte de los emprendedores del mundo son mujeres y cada vez hay más, sobre todo en países con niveles de renta baja. Más de la mitad de cooperativistas en el mundo son mujeres. Las parlamentarias, juezas y activistas están impulsando cambios y marcando diferencias. Los gobiernos y la sociedad civil están probando enfoques innovadores para garantizar a las mujeres el acceso a la justicia, como reformas legales sensibles al género y el otorgamiento de reparaciones a las mujeres; sabemos que con educación, conocimiento de derechos y poder de decisión, éstas son capaces de reivindicar lo que les corresponde”.
Por su parte, la presidenta de la Alianza Cooperativa Internacional, Dame Pauline Green ha indicado resaltado el hecho de “que haya más mujeres ocupando puestos de toma de decisiones políticas, económicas y sociales, a todos los niveles, es la vía para apartarse del tipo de toma de decisiones que ha resultado tan pobre en los últimos años”.
Concluyendo que si bien las empresas cooperativas han hecho mucho para ayudar a las mujeres a promoverse en las actividades económicas, conllevando un mejor respeto de la comunidad, una mayor legitimidad e influencia política; la evolución ha sido demasiado lenta. Por lo tanto, “ha llegado el momento de demostrar que nuestro movimiento cooperativo puede ser un movimiento para la emancipación económica, social y política de todas las mujeres”.