«Hay cooperativas que están aguantando a pulmón. Porque para algunas de ellas, las más chicas, la facturación al Estado bonaerense llega a significar 50 por ciento de la totalidad de lo que facturan», precisó Echarren a Télam.
Remarcó que para estas empresas «la situación es apremiante», porque destacó que «hay pautas salariales que cumplir, se aproximan las paritarias, y en estas condiciones está muy difícil afrontar todo esto».
«Las cooperativas no somos empresas con fines de lucro, sino administradas por los propios socios», puntualizó el ejecutivo.
A su criterio, «hay que buscar herramientas para poder afrontar el aumento salarial que reclaman los empleados, porque es justo».
Precisó que actualmente los trabajadores del sindicato Luz y Fuerza «están con trabajo a reglamento, que prácticamente paraliza las dependencias y los servicios».
Si bien reconoció que ese «es un derecho que tiene el trabajador de ejercerlo», advirtió que con esas medidas de fuerza «se resienten los servicios».
Por otra parte, explicó que si bien existe la posibilidad de que las cooperativas se vean obligadas a suspender servicios, en muchos casos remarcó que «se hace muy difícil cuando son nuestros propios hijos los que van a la escuela» donde hay que cortar la luz.
FEDECOBA agrupa a 127 cooperativas distribuidas en distintas localidades bonaerenses que suministran energía eléctrica a comisarías, escuelas, hospitales, cárceles y otras dependencias estatales provinciales.