Peter Brabeck-Letmathe, empresario austríaco que desde el año 2005 es presidente del grupo Nestlé, señaló que «se debería privatizar el suministro de agua para que la sociedad tome consciencia de su importancia y se acabe con el consumo que se produce en la actualidad».
Nestlé es el líder mundial en la venta de agua embotellada. Un sector que le reporta el 8 por ciento de sus ingresos totales, que en 2011 ascendieron hasta los 68.580 millones de euros.
Las declaraciones de Brabeck explotaron en las redes sociales cuando se conoció un video en el que desarrolla su pensamiento. Señala que «mucha gente que tiene la percepción de que el agua es gratuita hace que en demasiadas ocasiones no se le dé el valor que tiene y se malgaste. De ahí que sostenga que los gobiernos deben garantizar que cada persona disponga de 5 litros de agua diaria para beber y otros 25 litros para su higiene personal, pero que el resto del consumo se tendría que gestionar siguiendo «criterios empresariales».
A pesar del rechazo que provocan sus postulados, hace tiempo que los defiende sin miramientos, con entrevistas en la que califica de extremistas a las organizaciones no gubernamentales que sostienen que el agua debería ser un derecho fundamental.
En su opinión, «el agua debería ser tratada como cualquier otro bien alimenticio y tener un valor de mercado que viniera establecido por la ley de la oferta y la demanda. Sólo de esta manera, apunta, emprenderíamos acciones para limitar el consumo excesivo que se da en estos momentos».
Bracbeck-Letmathe nació en una familia con sus orígenes en Iserlohn-Letmathe, en el noroeste de Alemania. Después de completar sus estudios en economía en la Vienna University of Economics, se inició en Nestlé en 1968 en Austria como vendedor, se convirtió en un especialista para nuevos productos y pasó diez años en Chile (1970-1980), como director nacional de ventas y después como director de marketing.
Firma condenada. Nestlé vive un momento especial. En la semana recibió dos condenas internacionales muy duras, una por manipulación de precios en Alemania, junto con la empresa Ritter, en el mercado de chocolates. La segunda condena fue directamente en Suiza, donde nació la empresa y tiene que ver con que Nestlé y su empresa de seguridad Securitas fueron acusadas de infiltrarse en la organización no gubernamental Attac y realizar espionaje.
El tribunal dictaminó que Securitas espió a la entidad anti-globalización por orden de Nes-tlé, luego de que Attac acusara a la multinacional de origen suizo de violar regulaciones laborales en países del Tercer Mundo y de generar actividades dañinas para el medio ambiente. Pero la peor condena a Nestlé explotó en las redes sociales, cuando se conoció un video de su CEO reconociendo que el agua no debe ser de acceso público.
Por otra parte, el empresario ha sostenido que «el agua debe tener un valor como cualquier otro producto alimenticio».
Además no ha dudado en afirmar a renglón seguido que «Nestlé es parte de la solución a la pobreza en el mundo ya que emplea a muchas personas».
Preservación
En 2010 se aprobó la ley de preservación de glaciares y del ambiente periglaciar, que restringe la actividad minera en zonas cercanas a los hielos.