La Federación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina, nació el 29 de mayo de 1988 de la mano de un grupo de compañeros profundamente convencidos de que los trabajadores autogestionados debían consensuar en una entidad que los uniera y les permitiera organizarse. Nélida Lopez, José Orbaiceta y Héctor “El Gallego” Garay, militantes de la primera hora, son fieles representantes de aquellos pioneros que marcan hasta nuestros días los logros obtenidos en estos 25 años de historia.
Durante la Asamblea realizada en enero de 1988 en la Cooperativa de Trabajo FerroGraf (Cooperativa de base de José Orbaiceta y Héctor Garay) se puso de manifiesto la urgencia para conformar una Federación de Cooperativas de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Al mes siguiente, se llevó a cabo el 1° encuentro de las Cooperativas de Trabajo a nivel provincial con el objetivo de impulsar una Ley de Desarrollo y Promoción de las Cooperativas ya que, ante un mercado que se achicaba constantemente, la integración y solidaridad entre cooperativas permitiría el desarrollo, consolidación y crecimiento de las instituciones. El nacimiento de FECOOTRA era inminente.
Después de una amplia recorrida por todas las cooperativas de trabajo de la provincia, como resultante de este proceso, los días 28 y 29 de mayo de 1988 se llevó a cabo en la República de los Niños la constitución de FECOOTRA. La fecha no fue azarosa sino que se eligió en coincidencia con el 19° aniversario de aquella gigantesca movilización popular desatada contra la dictadura de Juan Carlos Onganía, recordada como “El Cordobazo”, hecho histórico que representa la unificación de trabajadores y estudiantes que alzaron las voces en reclamo a la crisis económica y política que atravesaba el país.
“¿Para qué queríamos la Federación?, justamente porque teníamos que ser los herederos de la lucha inconclusa que había quedado del Cordobazo, esa era la lucha que teníamos que llevar adelante”, reflexionó Garay en el Libro “FECOOTRA. La Lucha Continua: El Gallego.”
Desde nuestros inicios, luchamos por liberar a los trabajadores de las garras del patrón, por promulgar los principios de nuestro movimiento y demostrar que no es necesario trabajar al servicio del capital, sino que los trabajadores somos capaces de gestionar eficientemente nuestros recursos y nuestras empresas.
Como cooperativas de trabajo, nuestra singularidad consiste en contribuir al crecimiento social y económico, a la creación y permanencia de la ocupación laboral, a la lucha contra la marginación, a la cohesión social y a la integración democrática de los ciudadanos, colaborando con el Estado para sostener y fomentar la cultura del trabajo y la creación de estructuras de apoyo al empresariado social.
En nuestros 25 años de historia, procuramos buscar respuestas y defender los intereses de los trabajadores cooperativistas negándonos a la explotación del hombre por el hombre, priorizando la educación y la integración cooperativa, apoyando los principios de la economía del trabajo, e integrando a los trabajadores asociados al sindicato. Hoy renovamos una vez más nuestro compromiso para continuar por este camino de unificación, solidaridad y fortalecimiento de todo el sector en la construcción de una economía justa y solidaria.