El molino eólico de Claromecó está fuera de servicio. Como ocurriera el año pasado, un desperfecto en la máquina imposibilita su funcionamiento, y el repuesto que se necesita es importado.
El presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios Públicos y Servicios Sociales Limitada Claromecó, Daniel Pícaro, y el responsable de la Oficina Técnica César Fuente explicaron los pormenores del inconveniente.
Fuente indicó que «el pasado 20 de abril se produjo una rotura en una válvula de sobrepresión en el comando hidráulico en el sistema de freno, y la máquina salió de servicio. Nos encontramos ante la situación de tener que importar el repuesto».
Un problema similar había ocurrido en 2012, y a la Cooperativa le costó un año y medio conseguir el repuesto necesario para hacer funcionar nuevamente el molino, por los inconvenientes con la importación. Daniel Pícaro señaló al respecto que «este problema es menor al del año pasado. En aquel momento tuvimos problemas con la transferencia de los fondos, y luego con las trabas a los productos importados».
El problema de los repuestos
Fuente agregó que «a diferencia de los repuestos importados en 2012, ahora existe la posibilidad de ingresar al país los repuestos por intermedio del correo postal, evitando el pase por la aduana, lo que acortaría los tiempos. Ante esta situación, esperamos que en no más de 30 días poder contar con el repuesto».
Pícaro sostuvo que «todo esto significa pérdida de kilowatts, ya que el molino aporta en el año 1.800.000 Kw. Esta es energía que la Cooperativa debe comprar. Nosotros ya estamos planteando que el molino eólico ya está entrando en una etapa de obsolescencia. Habrá que ver cuál será su futuro, porque vamos a tener un elemento viejo, es como un coche que empieza a tener problemas. Tenemos que pensar que el molino es del año 1999. Hay que analizar cuál es la solución, si se puede cambiar la máquina o no, porque nos encontramos con roturas cada vez más frecuentes. Es decir, por un lado no genera corriente a la línea, y por el otro, hay que repararlo. Entonces hay que estudiar muy bien los pasos a seguir. Esta marca de molinos, como el que tenemos nosotros, tenía un representante que hacía mantenimiento y cerró sus oficinas en el país y los repuestos ya no se venden en Argentina. Ahora hay que importarlos. Y también perdimos el apoyo técnico, que ya no tenemos».
En otros lugares
Sobre este punto Fuente subrayó que «la realidad de otras distribuidoras que utilizan esta misma marca de molinos eólicos que es Micon, es que la mayoría de las máquinas se encuentran fuera de servicio con problemas graves, cosa que afortunadamente nosotros no hemos tenido. Por ejemplo, en Comodoro Rivadavia, el parque eólico tiene 23 máquinas fuera de servicio; en Punta Alta hay tres máquinas de origen alemán, que también se encuentran fuera de servicio».
Pícaro destacó además que «la mayoría de los molinos de la provincia de Buenos Aires se encuentran parados, salvo el caso de Tandil. Por eso digo que tenemos que hacer un análisis profundo de la situación. Este molino dio sus frutos en su momento, por ejemplo cuando aún no estaba la red troncal. Y hay otro tema, con los subsidios que tienen hoy por hoy las distribuidoras, y con los altos costos del mantenimiento de las máquinas y sumado el bajo costo de la energía en el mercado, hoy por hoy no es rentable producir energía eólica. Ojo, esto es para los casos como el nuestro, con una sola máquina o con pequeños parques eólicos. Tampoco queremos desalentar, porque sabemos del proyecto de envergadura que tiene la CELTA en Reta. En un caso como ese, sí se justifica, porque es una gran inversión con capitales chinos, es otra cosa. Ahora lo fundamental es poder volver a hacer andar el molino y ver de qué forma podemos seguir haciéndolo funcionar».