«Intentamos que la economía social y solidaria crezca, que sea algo natural para las personas que quieran desarrollarse empresarialmente, que no sólo puedan hacerlo bajo la figura de empresas de capital si no que lo puedan hacer bajo la figura de sociedades de personas», remarcó el vocal del directorio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), José Orbaiceta.
Fue durante el Primer Congreso Internacional de Responsabilidad Social Hacia una Argentina socialmente responsable, que se realizó en Ciudad Evita a comienzos de esta semana. Hubo debates, clases magistrales, mesas de diálogo, talleres, exposiciones, investigaciones e información sobre mejores prácticas en torno a la Responsabilidad Social.
Tanto Orbaiceta, dirigente del cooperativismo de trabajo, como el presidente de la Federación de Mutuales de Córdoba (Femucor), Alejandro Russo, y el vicepresidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), Silvio Bageneta, fueron parte del panel Actores de la economía social y solidaria en donde resaltaron que en la Argentina hay unas 30 mil empresas de este tipo, con 500 mil puestos de trabajo, que representan el 10 por ciento del PBI nacional.
En esa línea, Russo remarcó que hay unas 4.800 mutuales y que en nuestro país, junto con las cooperativas, forman parte de las políticas del Estado, «que fomentan y promocionan al sector».
«Es importante comparar dos definiciones, que son mutualidad y responsabilidad social, que tienen conceptos en común como ser humano, necesidades, relacionarse con otros y cumplir con los demás. Para que las mutuales sean sustentables en el tiempo deben ser sostenibles tomando en cuenta su accionar en relación con factores ambientales, económicos y sociales», expresó el titular de Femucor.
Bageneta expuso el crecimiento de Cooperar y sus objetivos así como la relación entre las cooperativas y la responsabilidad social: «Si no lo hacemos es muy difícil poder seguir siendo una cooperativa. Nosotros creemos firmemente que somos empresas solidarias, no empresas de beneficencia ni cosas parecidas».
El presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller, intervino en la conferencia Finanzas Públicas, Ética Sustentable en donde consignó que «el principal desafío ético de los que dirigen tiene que ver con qué aporte hacen para revertir toda la injusticia que aún subsiste en la humanidad».
En esa dirección, quien también preside la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados de la Nación, consultó al auditorio: «Hoy escuchamos que el mundo está en condiciones de producir alimentos para 13 mil millones de habitantes, más del doble de lo que es hoy la población mundial. ¿Cómo metemos el tema de la ética en ese análisis si no nos metemos con la magnitud de los problemas del agua potable, las enfermedades crónicas y los chicos que mueren por día?».