El Gobierno tiene en carpeta una baja de los subsidios a los sectores de mayores ingresos y a las empresas y estudia si aplicarlo después de las elecciones del domingo o a partir del año que viene. La intensión es relanzar el concepto de “sintonía fina”, instalado al inicio del segundo mandato de la presidenta Cristina Fernández.
Entre enero y septiembre, el gasto por subsidios económicos igualó la marca de todo el año pasado: se distribuyeron unos $95.000 millones (un aumento del 56% interanual), lo que representa el 5% del producto. Si no hay cambios, a fines de 2013 este guarismo podría ascender a los $140.000 millones, un aumento total del 40% en comparación con el 2012, según una estimación de la consultora Ecolatina.
“Hay gente con elevados sueldos que recibe subsidio. Esa es una política que hay que mejorar”, advirtió el viceministro de Economía, Axel Kicillof, hace un mes durante la presentación del Presupuesto 2014 en el plenario de Comisiones de la Cámara Baja. Igualmente, el secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo defendió los aportes al sector energético, para defender a la industria local de los “movimientos especulativos asociados al mercado del petróleo”.
Por eso, el equipo de economistas de Kicillof estudia en qué áreas podría aplicarse un recorte significativo, ya que la ley de leyes aprobada en el Congreso para el año próximo estima que se utilizarán unos $120.000 millones de subsidios, $20.000 millones menos de los que se usarían en 2013.
No obstante las palabras del segundo del Palacio de Hacienda, desde Economía piensan en una baja del 50% en energía eléctrica, para lo que se destinaron durante este año unos $30.000 millones, el segundo monto más grande por detrás de las Empresas Públicas ($42.000 millones principalmente para Enarsa, AySA y Arsat), y casi el doble que el utilizado para mejorar el transporte público, que se llevó hasta ahora unos $17.000 millones. “La falta de ajustes tarifarios en lo que va del año continúa impulsando esta línea de gasto y también esperamos ampliaciones a este programa en el tramo final del año”, dice el informe “Los subsidios en la mira”, publicado el viernes por Ecolatina.
Quienes empezarían a recibir menos aportes son los privados de ingresos más altos, medida que se tomó a fines de 2011 con la quita de subsidios a la luz y el agua en algunas zonas residenciales, pero que se terminó dejando de lado ya durante el año pasado.
También, se analiza rebajar los subsidios a las empresas de ciertos sectores que, según el Gobierno, se vieron beneficiados en el último lustro con medidas proteccionistas. Lo que se entiende como un esquema de “premios y castigos”, que en la práctica es reducir las ventajas de las firmas que no pudieron volverse competitivas.
Según Ecolatina –consultora fundada por el economista Roberto Lavagna y que ahora encabeza su hijo, Marco Lavagna–, “el 17% del Presupuesto vigente corresponde a subsidios a sectores económicos, muy por encima de lo presupuestado originalmente (13%), y más del doble que en 2006 (8%)”.
En la presentación del Presupuesto 2014 en el Congreso, Kicillof también dijo que los subsidios representan “una política redistributiva permanente”, y que “buena parte de las medidas contracíclicas que se tomaron en 2013 no van a ser necesarias en 2014”, afirmaciones con las que argumentó la desaceleración del gasto público, que venía creciendo en el orden del 30% y lo hará un 18% el año próximo.