Casi 10 millones de hogares argentinos abonan algún servicio de televisión paga, según las cifras del Consejo Latinoamericano en Multicanales (Lamac). De este total, más de 70% de la población está suscrita a empresas privadas como Cablevisión y DirecTV.
Sin embargo, en el marco de la nueva ley de medios, el sector cooperativo ha logrado posicionarse en los últimos años logrando ocupar 2,2% de ese mercado, que equivale a casi 210 mil hogares.
“Bajo el amparo de la nueva ley, el movimiento cooperativo de todo el país ya ha ingresado como un operador importante, pero lo que realmente se destaca es que el sector permite ampliar las fronteras de los servicios de televisión paga en el interior del país, tanto en las comunidades de alta densidad poblacional con en las de pocos habitantes”, explicó a Comercio y Justicia Alberto Calvo, responsable del Área de Relaciones Institucionales de la Cooperativa de Provisión y Comercialización de Servicios Comunitarios de Radiosifusión Colsecor.
La entidad, con origen en Córdoba, agrupa a más de 150 cooperativas de de todo el país, las cuales ofertan en sus comunidades algún tipo de servicio de telecomunicaciones a través de esta red.
“Además, actualmente, las cooperativas en general y específcamente las asociadas a Colsecor están en un proceso de reconversión tecnológica y de inversión en obras de fibra óptica que les posibilita ganar más mercado y ofrecer servicios de punta como pueden ser la televisión HD y las opciones de video por demanda a través de IPTV”, dijo Calvo.
“Este crecimiento del sector se da, por supuesto, en el marco de la nueva normativa. Según cifras aproximadas, actualmente existen entre 30 y 40 cooperativas asociadas a nuestra entidad que ya poseen licencia para brindar servicios de televisión y estimamos que en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) están en trámite otras 80 solicitudes”, especificó el directivo de Colsecor.
Modelo asociativo
El cooperativismo de servicios públicos, el sector del movimiento que incursiona en el mercado de la televisión y las telecomunicaciones, nació en cada una de las comunidades del interior del país para satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones que no encontraban respuestas en los estados provinciales y nacionales.
A través de una modalidad asociativista, el movimiento solidario se consolidó como prestatario de los servicios de electricidad, agua, servicios sociales y otros.
Este mismo modelo de negocio es el que también se aplica al desarrollo de nuevos nichos. En ese sentido, las cooperativas se han agrupado en consorcios y federaciones que les posibilitan realizar inversiones conjuntas y brindar servicios de calidad a bajo costo.
“Lo importante es que el cooperativismo se posiciona como un nuevo operador alternativo en el mercado, pero con los valores que le dieron origen y eso posibilita ofrecer muy buenos servicios con alta tecnología a precios competitivos”, explicó a est medio José Nestor Lino, presidente de Colsecor.
Constitucionalidad
“En lo que respecta al movimiento cooperativo, la ley de medios ya estaba vigente y en ese marco muchas entidades ya obtuvieron o están realizando trámites para tener sus licencias de radiodifusión”, dijo Lino, al referirse a la importancia del pronunciamiento de la Corte Suprema que confirmó la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
“Igualmente, este fallo es un hecho histórico porque confirma la validez de una normativa por la cual el movimiento cooperativo -que bajo la antigua regulación no podía ingresar a la radiodifusión- ha luchado y que ha sido aprobada por el Congreso en ejercicio de la democracia”, aseguró Lino.
“Además, esta ley favorece el ingreso de nuevos operadores de servicios de televisión y de producción de contenidos y eso, al final, significa mayor cantidad de alternativas y opciones para los usuarios”, reflexionó el presidente de Colsecor.
