En la Argentina, según los últimos datos disponibles, se gradúan cada año 7900 ingenieros. Si bien el número creció respecto de la década anterior, resulta insuficiente para las pretensiones del país y la demanda de la industria. Por esa razón, en el marco del Plan Estratégico para la Formación de Ingenieros, lanzado el año pasado por la presidenta Cristina Kirchner, se implementará a partir de 2014 el Plan Estímulo a la Graduación, para apoyar a unos 2000 estudiantes avanzados a los que les faltan entre una y tres materias para graduarse, pero han postergado sus estudios porque han conseguido un puesto de trabajo. El plan, que contempla otorgar un incentivo de 25.000 pesos por estudiante, requiere una inversión de 50 millones de pesos. El objetivo es llegar a 2016 con diez mil nuevos ingenieros por año, a razón de un graduado cada 4000 habitantes.
“La cantidad de ingenieros que se reciben no es suficiente para satisfacer la demanda”, aseguró el ministro de Educación, Alberto Sileoni, a Página/12. “El 80 por ciento de los estudiantes avanzados ingresa al mercado laboral con jornada completa y no termina sus estudios.”
–¿Las empresas toman estudiantes porque no hay ingenieros o porque la mano de obra es más barata? –preguntó este diario.
–Por las dos razones. Pero más allá de la especulación, hay déficit de profesionales en todas las especialidades.
La carrera de Ingeniería tiene, en teoría, una duración de entre cinco y seis años, dependiendo de los planes de estudios. Esto, si el estudiante tiene dedicación exclusiva. Pero en la realidad, obtener el título demanda en promedio de entre siete y nueve años. ¿Por qué ocurre esto? “Por la repitencia en el primer año de la carrera, por un lado, y la inserción laboral temprana”, reveló el ministro.
A un año del lanzamiento del plan lanzado por la Presidenta, Sileoni presentará hoy una síntesis de las acciones realizadas en esa línea en 2013 y anunciará el Plan Estímulo. En el acto –hoy, a las 11, en el Palacio Sarmiento– estarán también los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Planificación Federal, Julio De Vido, que firmarán convenios para implementar el proyecto La Empresa Informática va a la Universidad, para fomentar la instalación de Polos Tecnológicos de Producción de Software y Servicios Informáticos en el conurbano bonaerense.
De acuerdo con el informe que presentará hoy el ministro, en la última década creció la matrícula de estudiantes de Ingeniería, pero con más fuerza aumentó el número de egresados. En efecto, mientras la matrícula creció de 165.085 a 198.779, entre 2001 y 2011, un 20 por ciento, el número de egresados subió de 5762 a 7976 en el mismo período, un 38 por ciento (siempre contando los establecimientos públicos y privados).
Desde la cartera educativa rescatan este dato y vinculan las políticas de incentivos con el aumento en la retención y la permanencia de los estudiantes que tienen más del 75 por ciento de la carrera aprobada: mientras en 2003 en esa etapa había 17.400 estudiantes, en 2011 llegaban a 32.487, lo que representa un 86 por ciento de aumento.
El crecimiento de Ingeniería contrasta con la caída en otras carreras tradicionales, como Derecho (de 151.746, en 2001, a 136.542, en 2011, 10,02 por ciento menos) o para contador público (de 143.359 a 122.557, 14,51 por ciento menos).
A ese universo está dirigido el nuevo estímulo. Especialmente a los estudiantes a los que les faltan alrededor de tres materias, que podrían terminar en un año. Se trata de 2000 subsidios que se otorgarán a quienes finalicen la carrera. “Con los que se presenten se hará un plan de estudios adaptado a su realidad laboral. También se hablará con las empresas, para que flexibilicen los horarios, porque en definitiva les conviene promover la formación de su personal”, comentó Sileoni. Estos subsidios se suman a las 2000 becas Bicentenario otorgadas este año a estudiantes avanzados de Ingeniería.
También hoy se pondrán en marcha “mesas sectoriales destinadas a promover la ampliación de la oferta académica, como la producción de medicamentos de uso humano, la formación de recursos humanos para la industria minera, o para el sector energético y el aeronáutico, con la participación de empresas, en este caso, Aerolíneas Argentinas”.
La ampliación de la oferta académica en el área de ingeniería contempla necesidades de desarrollo regional, como la creación de la especialidad en Ingeniería Azucarera en la Universidad Nacional de Tucumán –en la localidad de Famaillá–; la de Petroquímica, en la Universidad Nacional de Jujuy; la Tecnicatura en Material Rodante Ferroviario, en la Regional Haedo de la Universidad Tecnológica Nacional, o la de Mecatrónica –una conjunción de mecánica y electrónica– en San Luis.