Bronstein dijo que los cortes de luz que se registran a raíz de la ola de calor marcan la existencia de “un problema estructural en el sistema de distribución que habrá que solucionarlo de alguna manera”.
Agregó no se trata de cortes aislados, sino que son cada vez “más frecuentes y se van dando en distintos lugares. Eso marca que hay un déficit en el sistema”.
Explicó que la estructura de la década de los 90 hizo que el sistema no controlara la planificación de las empresas, sino que se controla la calidad de servicios.
Y detalló: “El ENRE multa a las empresas una vez que ocurren los cortes”. “Si las empresas no hacen las inversiones uno se da cuenta cuando llegan los cortes, no lo sabe antes”.
Entre los factores que se deben analizar en torno a los cortes, Bronstein dijo que por un lado las tarifas están baratas y hace que la gente consuma más.
Y agregó que “dentro de las privatizaciones del 90, el sector de distribución no fue un sector demasiado rentable”.
Al hacer referencia a la necesidad de actualizar las tarifas, el especialista indicó que “las tarifas están baratas” y resaltó que cada vez que se planteó un aumento, “los medios hablan de tarifazo cuando en realidad no es así”.
Y lo fundamentó al afirmar que hay gente que paga 30 o 50 pesos por bimestre y no sería un tarifazo “aunque aumente un cien por ciento”.
“Si en vez de 50 paga cien, no le cambia nada la vida”, afirmó.
Agregó que se debe definir cuales son los sectores que serán beneficiados con subsidios y “aumentar las tarifas en los sectores medios que tiene tarifas muy bajas”.
“Lo que tenemos que pensar es que el sistema hay que cambiarlo. No podemos seguir con esta situación de cortes” sostuvo Bronstein.
Respecto de la posibilidad de que el Estado se haga cargo del servicio, dijo que “en la situación actual, no está en condiciones de hacer las inversiones”.
Por otra parte, consideró que las empresas no están peleando por evitar que les quiten las concesiones, sino que están resignadas. “No es que están en la actitud de me quiero quedar o quedar”, señaló.
Bronstein dijo que se necesitan inversiones en el área del sistema de transformación y en el cableado para poder sostener el pico de demanda.
Detalló que ese pico se registra por 20 días, por lo que el privado lo piensa antes de hacer las inversiones.
Agregó que en el caso del Estado, no lo pensaría, ya que más allá de la rentabilidad privilegia que que “la energía es un derecho y la gente no puede tener corte de luz y esta calidad de servicio”.
