Las obras en esta central nuclear de potencia se iniciaron a fines del año 1981 y según el cronograma original debían finalizar en 1987, para luego continuar en la construcción de otras tres unidades de similares características. Lamentablemente durante el gobierno de Alfonsín se decidió cancelar la construcción de esta tres unidades adicionales, demorar las obras de Atucha II e incluso paralizarlas temporalmente, siendo cancelado el Proyecto definitivamente en 1994, con un 70% de avance de obras (90% en las obras civiles y 50% en los montajes electromecánicos).
En el contexto del relanzamiento del Plan Nuclear Argentino en agosto de 2006, el Ministerio de Planificación Federal encargó a la empresa pública Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA) reactivar el proyecto, el cual tiene su primera culminación en septiembre de 2011 cuando finalizan las obras civiles y los montajes electromecánicos, siguiendo a continuación el testeo de centenares de subsistemas y de miles de componentes, la carga de elementos combustibles, numerosas pruebas convencionales y sobre el final la carga del agua pesada, para lograr la primera criticidad del reactor el 3 de Junio de 2014 y su primera sincronización a la red eléctrica nacional el día 27 del citado mes.
Algunos hitos de 2014 y 2015 para recordar:
– 03/06/2014: su reactor alcanza por primera vez estado crítico e inicia su etapa de operación nuclear. A partir de entonces comienza una serie de pruebas a distintos niveles de potencia para verificar el normal comportamiento de los sistemas.
– 27/06/2014: es sincronizada por primera vez a la red eléctrica nacional al 5% de su potencia neta.
– 03/07/2014: alcanza por primera vez el 30% de su potencia neta.
– 22/07/2014: alcanza por primera vez el 50% de su potencia neta.
– 15/09/2014: alcanza por primera vez el 65% de su potencia neta.
– 25/10/2014: alcanza por primera vez el 75% de su potencia neta.
– 21/01/2015: alcanzar por primera vez el 90% de su potencia neta.
La máxima potencia de Atucha II equivale aproximadamente al 5% de la demanda nacional de energía eléctrica, al 12% de la demanda de energía del Área Metropolitana de Buenos Aires y al 40% de la energía consumida por la provincia de Buenos Aires (excluyendo el Conurbano Bonaerense). Podrá sustituir anualmente la importación de 1.200 millones de metros cúbicos de gas natural y evitar la emisión a la atmósfera de 3,5 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Sin embargo, lo más importante de haberse logrado exitosamente la terminación de obras y de montajes electromecánicos, las exigentes pruebas convencionales y la puesta a crítico del reactor, es que el Proyecto Atucha II generó la formación de más de 5.200 profesionales en la actividad nuclear y recuperó proveedores de componentes nucleares y convencionales, de servicios de montajes y de ingeniería en la industria metalúrgica nacional, habiéndose calificado alrededor de 110 de empresas argentinas.