Con relativa libertad de acción luego del vencimiento, el 31 de diciembre pasado, del pacto nacional energético que congeló durante un año las tarifas y su negativa a adherir en 2015 a la prórroga del acuerdo, cuatro provincias ya dieron luz verde a la adecuación del costo del servicio que brindan las distribuidoras locales y las cooperativas.
El nuevo esquema contempla un margen de aumentos que va del 16% hasta el 35% en las facturas del servicio domiciliario en Córdoba, Santa Fe, San Luis y Río Negro.
Los argumentos son en todos los casos similares y remiten al presunto incumplimiento del Gobierno en el giro de los fondos para obras de infraestructura eléctrica que, como contrapartida, prometió a los gobernadores firmantes.
Pero también reflejan una realidad: los aumentos por inflación de los costos operativos y las consecuentes subas de salarios a los trabajadores del sector desequilibraron la balanza de empresas y cooperativas eléctricas.
Por caso, el Gobierno de Córdoba oficializó ayer, a través de la publicación en el Boletín Oficial, el ajuste tarifario para las cooperativas eléctricas del interior. El aumento, avalado por el Ente Regulador de los Servicios Públicos, implica en todos los casos un aumento escalonado que va del 29,04 al 34,18 por ciento, según los casos.
En Santa Fe, la Empresa Provincial de Energía logró autorización del Gobierno de Antonio Bonfatti para gatillar a partir de marzo subas de un 27% en promedio. Según justificó la administración provincial, las normas vigentes le permiten a la EPE ajustar sus tarifas cada vez que lo crea necesario.
El año pasado, Santa Fe fue la última provincia en adherir al plan de congelamiento tarifario al que, más tarde o más temprano, habían suscripto todas las provincias.
Hacia fines de 2014, la caída del plazo del acuerdo federal abrió una ventana de duda en cuanto a lo que ocurriría este año con las tarifas. Pero el Gobierno no tardó en reeditar el acuerdo de Convergencia Eléctrica, al que se sumaron rápidamente 19 distritos. El resto -administraciones de color político contrario a la Casa Rosada- condicionó su adhesión.
«Todavía Nación adeuda más de la mitad de los fondos prometidos en 2014. Sin aumentos, se hace inviable la situación de las empresas y cooperativas», explican desde las gobernaciones.
Río Negro es un caso particular: allí, el zizagueante Alberto Weretilneck condiciona su firma y explica que en esa provincia las tarifas están muy por debajo de lo que se paga en la vecina Neuquén. Y asegura que este año deberá habilitar una suba de al menos un 16%.