(El Cronista) – Sin detallar la magnitud, el ministro de Energía informó un ajuste gradual y tarifa social para sectores más bajos. Cruzan datos con AFIP y ANSeS para determinar subsidios.
Frente a un auditorio colmado de empresarios de la industria petrolera, el flamante ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, confirmó cuáles serán las primeras medidas que tomará el Gobierno de Mauricio Macri en materia energética.
En su segundo día en funciones y sin dar detalles de implementación ni de fechas, el ex presidente de Shell convalidó ayer lo que venía anticipando en campaña electoral: habrá un reordenamiento de subsidios a la electricidad y el gas, lo que significará un aumento de tarifas para los usuarios. En el tradicional almuerzo que anualmente nuclea a los representantes del sector para conmemorar el Día del Petróleo, el ministro afirmó que «se aplicará un proceso de modificación gradual del esquema de subsidios a la oferta de energía eléctrica y producción del gas natural para recuperar la calidad del servicio, la inversión y para reducir la dependencia de las importaciones».
Aranguren no especificó cuándo entrarán en vigencia los nuevos valores ni la magnitud del ajuste, pero según trascendió de fuentes que participaron del evento la suba llegará en el primer mes de 2016. El nuevo esquema contempla, sin embargo, subsidiar la demanda de los sectores más vulnerables. Andrés Chambouleyron, el economista e ingeniero industrial de la Fundación Pensar nombrado como subsecretario a cargo de Coordinación de Políticas Tarifarias, es el hombre elegido por el ministro para diagramar tamaña tarea. «Estamos trabajando en la implementación de una tarifa social para ambos servicios y al mismo tiempo estableceremos un programa de incentivo de ahorro energético, acompañado de una masiva campaña de comunicación apuntada a la eficiencia energética», aseveró Aranguren en un diálogo posterior con la prensa. Antes de asumir, el ex petrolero prometió en más de una oportunidad que se «regalaría la energía a unos dos millones de hogares». Al ser consultado sobre el alcance de la tarifa social, confío que «se está armando una base de datos con cruces de información con ANSeS y AFIP para poder identificar adecuadamente quiénes son aquellos que necesitan algún tipo de apoyo y cuánto es el impacto de las tarifas en su consumo familiar». También aclaró que se abrirá «un registro para aquellos casos en los que pueda surgir un error para que luego se puedan incorporar a partir de una identificación adecuada a su necesidad». El ex petrolero evitó dar detalles de la proporción del incremento: «sería poco profesional si dijera la magnitud, es distinto dependiendo del consumo y del nivel tarifario».
La medida beneficiará sobre todo al sector de la distribución eléctrica, que presenta tarifas congeladas hace 13 años y balances al rojo vivo. Vale recordar que desde el año pasado la administración kirchnerista eliminó subsidios al gas para un porcentaje de la población, con aumentos que en algunos casos se dispararon hasta un 700% pero que no alcanzaron para equilibrar las cuentas de las gasíferas.
Entretanto, las subas llegarán en un mes donde la demanda se dispara por las altas temperaturas. Aranguren reconoció que los consumidores seguirán sufriendo cortes de energía este verano (algo que ya está sucediendo en algunos barrios de Capital Federal desde la semana pasada) porque «las inversiones no llegan de un día a otro».
Por otra parte, el ministro se mostró abierto al diálogo pero envío un duro mensaje al empresariado presente. «Tendremos las puertas abiertas no para imponer, ni gritar, ni ordenar vía telefónica, sino para escuchar, discutir, debatir y consensuar las mejores políticas». El ingeniero químico, asiduo a las citas de grandes pensadores en sus discursos, en esta oportunidad evocó al escritor y filósofo español Miguel de Unamuno, tanto en la apertura como en el cierre de su disertación. «A veces quedarse callado es equivalente a mentir», fue una de las frases picantes que eligió.
En la mesa principal lo escuchaban y aplaudían el presidente y CEO de la estatizada YPF, Miguel Galuccio quien todavía no tiene asegurada la continuidad de su cargo aunque Aranguren ayer garantizó la actual composición accionaria de la petrolera; el presidente del IAPG, Ernesto López Anadón; el titular de Tecpetrol, Carlos Ormachea; el presidente de Total, Jean-Marc Hosanski; Alejandro Bulgheroni, de Bridas quien se mostró de acuerdo con algunos lineamientos anunciados; Oscar Vicente, y el gobernador electo de Neuquén, Omar Gutiérrez, entre otros.