(Página 12) – Pelea por el control de las redes. El multimedios compró en junio espectro a través de Nextel para intentar consolidarse como el cuarto operador móvil. Telefónica cuestionó la operación ante Enacom porque las frecuencias originariamente estaban asignadas a otros usos.
Por Fernando Krakowiak – El Grupo Clarín y Telefónica ya han comenzado a pulsear de cara al escenario de convergencia que los llevará a competir en la provisión de telefonía, internet y televisión a partir de 2018. Clarín comunicó a la bolsa el pasado 23 de junio la compra, a través de Cablevisión/Nextel, de cinco empresas que poseen espectro en las bandas de 900 MHz y 2,5 GHz y luego solicitó el cambio de atribución de esas frecuencias para brindar servicios de valor agregado, como datos móviles. Telefónica reaccionó rápido y el 29 de junio se presentó ante el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) para pedir vista de las actuaciones en las que se tramitó la solicitud. La multinacional española argumenta que esas porciones del espectro habían sido atribuidas originalmente a la prestación de servicio fijo de transmisión de datos. Por lo tanto, si el Grupo Clarín quiere usarlas para servicios móviles debería desembolsar un pago adicional acorde con la valorización que obtenga ese activo a partir de su nueva atribución. Desde el multimedio responden que el artículo 29 de ley 27.078 prevé la posibilidad de solicitar un cambio de atribución sin tener que desembolsar dinero.
El mercado de telefonía móvil está dominado por Movistar (Telefónica), Personal (Telecom) y Claro (América Móvil), tres operadores con más del 30 por ciento del mercado cada uno. El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner buscó favorecer el ingreso de un cuarto jugador a través de la licitación de espectro que se realizó en 2014. La firma Arlink de Daniel Vila y José Luis Manzano participo de aquel proceso y en noviembre de ese año obtuvo frecuencias de 3G y 4G, pero nunca desembolsó los 506 millones de dólares que había prometido. Finalmente, el gobierno anterior dejó sin efecto la asignación en septiembre de 2015 y puso esa porción del espectro en manos de la estatal Arsat, pero Vila obtuvo una cautelar y todavía no se pudo disponer de ese activo para ser usado por parte del Estado o para reasignarlo a los privados.
El Grupo Clarín, que había objetado la licitación del kirchnerismo con el argumento de que no estaba armada para sumar un nuevo operador sino para bloquear su ingreso, finalmente en septiembre del año pasado desembarcó en el segmento móvil a través de la compra de Nextel por 178 millones de dólares. Sin embargo, esa compañía tiene apenas 2 por ciento del mercado y no posee frecuencias para brindar 3G y 4G. Por lo tanto, Clarín inicio un proceso de reconversión tecnológica que incluyó la compra en junio de las firmas Trixco SA, Skyonline Argentina SA, Netizen SA, Infotel SA y Callbi SA por otros 138,2 millones.
El Grupo Clarín es fuerte en el mercado de la televisión por cable a través de Cablevisión, pero las grandes telefónicas podrán comenzar a disputarle ese terreno a partir de 2018 cuando estén habilitadas a brindar servicios audiovisuales, dando forma a un combo cuádruple que también incluirá telefonía fija, móvil e internet. Por lo tanto, Clarín busca pisar fuerte en el segmento móvil desde ahora para estar en condiciones de hacer frente a esa competencia con una oferta similar. La compra de esas cinco empresas que poseen espectro en las bandas de 900 MHz y 2,5 GHz forma parte de su estrategia de expansión.
Telefónica objeta que Clarín haya desembarcado en esas frecuencias del espectro para luego solicitar un cambio de atribución de las mismas. Su argumento es que si se hubiera sabido que desde las bandas de 900 MHz y 2,5 GHz se podía brindar servicio móvil, el precio que hubiese tenido que pagar Clarín habría sido mayor e incluso dan a entender que ellos también podrían haber estado interesados en pujar por ese activo. Cerca del multimedios, en cambio, sostienen no sólo que el cambio de atribución de esas frecuencias es legal sino que el avance en esa dirección no resulta una sorpresa para los jugadores del mercado. Argumentan que el cuadro de asignación de frecuencias de la Unión Internacional de Telecomunicación para la Región 2 (América) ya asigna las bandas de 900 MHz y 2,5 GHz a servicios móviles e incluso remarcan que la resolución 2531 que publicó el Enacom el pasado 26 de mayo destacaba en sus considerados que la porción de la banda de 2,5 GHz “deberá liberarse para su futura atribución a servicios móviles”.
Pese a la compra de espectro, Clarín sigue siendo un jugador chico en el segmento de la telefonía móvil, pero su red de cable será un activo importante para dar pelea en un escenario convergente. Además, sus principales competidoras remarcan que Fintech, que posee el 40 por ciento de Cablevisión, es el socio controlante de Telecom. Por lo tanto, creen que ambas firmas podrían fusionarse en un futuro cercano, aunque por ahora Clarín y Telecom niegan esa posibilidad.