(El Cronista) – Gracias a mejoras tecnológicas y a que permiten reducir gastos, se venden cada vez más calefones, termotanques y hasta climatizadores a energía solar térmica.
De la mano de mejoras tecnológicas que permitieron reducir costos, y con la ayuda del tarifazo y la Ley de Energías Renovables, la fabricación y venta de calefones, termotanques y otros equipos que funcionan a energía solar térmica se duplicó en los últimos tres años.
Según datos del Instituto Nacional de Tecnología (INTI), que realizó recientemente un censo del sector, existen unas 134 empresas dedicadas a la actividad en el país, de las cuales 20 son fabricantes, 26 importadoras, 72 se dedican a servicios de instalación y 16 a brindar capacitación sobre la actividad. El sector está empleando en forma directa, a unas 500 personas.
Uno de los datos llamativos es que de las 20 empresas fabricantes, casi la mitad (9) iniciaron su actividad en 2016, año en que comenzaron a regir el ajuste tarifario y la Ley de Energías Renovables (sancionada a fines de 2015). Se trata en su mayoría, de pymes metalúrgicas, y algunas fabricantes de calefones y equipos de climatización a gas, que decidieron reforzar su línea de renovables. La mayoría de estas empresas está situada en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
A diferencia de la energía solar fotovoltaica, que genera electricidad a partir de paneles solares, la energía solar térmica se utiliza mayormente para calentamiento de agua y climatización. En el primer caso, la mayoría de las tecnologías y equipos utilizados son importados, pero en termosolar Argentina cuenta con desarrollos tecnológicos propios.
«El sector viene creciendo al 100 % anual, pero aún hay mucho potencial por delante», destacó la ingeniera Marianela Bornancín, del Centro INTI de Energías Renovables, una de las autoras del informe. Según la especialista, hay más proyectos de autoproducción que de fabricación en serie. Para impulsar la producción local, serían necesarias políticas de promoción y regulaciones sobre los equipos que se instalan.
En algunas jurisdicciones, como la provincia de Santa Fe, se promueve la instalación de equipos termosolares en las viviendas sociales y edificios gubernamentales, y existe financiación específica para este fin.
En los equipos hogareños, la baja de costos de producción permite hoy conseguir calefones y termotanques a partir de los $ 12.000, un valor muy similar al de los equipos a gas o eléctricos convencionales, y que se repaga con creces a partir de la quita de subsidios a las tarifas energéticas.
También algunas industrias, a partir de la Ley de Renovables que las obliga a cubrir al menos un 8% de su consumo energético con fuentes limpias, comenzaron a implementar energía termosolar en sus plantas. «En Mendoza se utiliza en los viñedos, y también tenemos consultas de la industria textil», comentó Bornancín.
Para fortalecer la formación de técnicos e instaladores de los nuevos equipos a energía termosolar, el INTI lanzó junto a los ministerios de Energía, Educación y el instituto de escuelas técnicas (INET) un programa de capacitación específico, así como una certificación para instaladores, que por el momento será voluntaria.
También se está trabajando en el etiquetado de eficiencia y la certificación de los equipos que se comercializan en el país, tanto nacionales como importados, para asegurar su buen funcionamiento y durabilidad.