(Nota de Prensa 012_2017) – «Casos como SanCor y Hotel Bauen, lejos de invitarnos al desánimo, nos interpelan y exigen una respuesta responsable y solidaria porque es posible la organización de empresas cuyo motor no sea el lucro, sino el responder a las necesidades y aspiraciones de sus asociados», sostiene FEDECOBA en su comunicado.
La grave situación económico-financiera que atraviesa la cooperativa SanCor, empresa líder en el mercado de productos lácteos y pionera en el desarrollo cooperativo que posibilitó el crecimiento de numerosos pueblos de la región centro del país, repercute de manera indirecta en el movimiento cooperativo, puesto que pone en jaque la vigencia de un modelo que justamente ha sabido dar respuestas eficaces en contextos de crisis.
Por eso, ante esta situación que aflige en mayor medida a las cooperativas primarias que entregan su producción láctea, a los más de 4.000 trabajadores, transportistas y comunidades que han crecido a la sombra de esta empresa nacional, vale una necesaria introspección para analizar qué conductas hay que replantearse para no caer en una situación que pareciera no tener retorno y nos lleva hacia la amarga experiencia sufrida en tiempos no tan lejanos con el Hogar Obrero, aunque, claro, con sus marcadas diferencias.
En primer lugar, solidificar y dinamizar los órganos de gobernanza en donde quienes tienen la enorme responsabilidad de conducir los destinos de empresas cooperativas de tal magnitud, cuenten con los conocimientos técnicos y de gestión específicos pero que también posean una sólida formación doctrinaria, filosófica e histórica no solo de la entidad que lideran sino también del movimiento cooperativo en general.
Y en segundo, lugar, revalorizar el principio de cooperación entre cooperativas sobre el cual se sustenta el concepto de la integración. Funcionar como meras “islas” significa enfrentarse solos a la lógica de un mercado cada vez más voraz; es desaprovechar el enorme valor diferencial y el potencial de un movimiento capaz de disputar las parcelas de poder económico que hoy concentran los grupos de capital transnacional.
En este contexto, nuestra solidaridad con los productores agropecuarios afectados, con los trabajadores, con sus familias y con las comunidades que por años han sentido la presencia cercana de SanCor como generadora de desarrollo local; de manera especial con la localidad de Coronel Charlone, sede de una de nuestras entidades asociadas y que indefectiblemente recibirá los coletazos de esta situación crítica.
Finalmente, queremos adherir al comunicado de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR) que solicitó a la Cámara de Diputados que inicie el pronto tratamiento del proyecto de ley de declaración de utilidad pública sujeta a expropiación del Hotel Bauen –recuperado por sus trabajadores luego del abandono de su anterior dueño- que fue aprobado a fines del año pasado y luego vetado por un decreto del Ejecutivo Nacional.
Casos como SanCor y Hotel Bauen, lejos de invitarnos al desánimo, nos interpelan y exigen una respuesta responsable y solidaria porque es posible la organización de empresas cuyo motor no sea el lucro, sino el responder a las necesidades y aspiraciones de sus asociados, gestionadas en forma democrática por los usuarios, trabajadores, productores, consumidores o ahorristas, de acuerdo al principio de “un asociado-un voto” y propiciando una economía basada en los valores de la ayuda mutua, la responsabilidad, la equidad y de la solidaridad.
El Consejo de Administración