(El Economista) La política que desplegará la nueva conducción del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) será “distinta de la que construyó Cambiemos”, aseguró ayer el director del organismo, Gustavo López.
La semana pasada, por el decreto 64, el Poder Ejecutivo nombró como presidente del Enacom a Claudio Ambriosini y como directores a Gustavo López y Raúl Gonzalo Quilodran. De pasado radical, López integro los gobiernos de Cristina Kirchner.
Formalmente, falta aún la definición de un director más por parte del Ejecutivo, a lo que se sumarán otros tres directores que designará la comisión bicameral. Durante, la gestión anterior el ente regulador de las comunicaciones fue constituido sobre la antigua CNC y además integró todas las áreas de medios que antiguamente revistaban en la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsa), creado por Cristina Kirchner. El caso más resonante que dictó fue la aprobación de la fusión entre Fibertel del Grupo Clarín y Telecom.
Ambrosini y Guillermo Jenefes, que fueron directores elegidos por el Congreso en la gestión anterior, renunciaron a sus respectivos cargos, mientras que el tercer hombre, Miguel Giuberguia, no presentó su dimisión.
López resaltó que “lo que se viene es un cambio de política y de prioridades, con la importancia de federalizar las comunicaciones, trabajar con las cooperativas, apoyar a las pyme, cumplir con el mandato de achicar la brecha digital y, a través de los recursos del Servicio Universal, extender la fibra óptica a todo el país”.
Servicio Universal
El fondo de Servicio Universal se constituye con el aporte de 1% de la facturación de todas las empresas del sector, y se destina a la financiación de servicios de comunicaciones a grupos sociales y/o ubicaciones geográficas que el sector privado considera no rentables.
López indicó que si bien tienen que ver “los recursos con los que se cuenta y qué proyectos ya fueron encarados por la gestión anterior, la meta es darle conectividad a los pueblos más pequeños, tanto de internet como de telefonía celular”.
“Que sea el Estado el que fije las prioridades, que haya una política pública y que no sea el mercado el que defina”, subrayó.
Respecto de la brecha digital, dijo que van a “trabajar con otras áreas, seguramente educación y también Arsat”.
“Podemos ser articuladores de políticas de fomento propias a través del Fomeca”, agregó Lopez en referencia al Fondo de Fomento Concursable de Comunicación Audiovisual, que se sustentan con ingresos provenientes de los pagos de gravámenes y multas.
Según los datos abiertos del Enacom, publicados en el sitio web del ente, el año pasado desembolsaron $142,5 millones, provenientes del Fomeca, mientras que en el 2018 fueron poco más de $30 millones, $68 millones en 2017 y $9 millones en 2016.
Según López, el Fomeca “se sub ejecutó en dos terceras partes”, en lo que fue una “decisión política” porque se tratas de “dinero con asignación específica”.
Consultado sobre la situación regulatoria del sector, aseguró que “sin prisa pero sin pausa”, la nueva gestión del Enacom avanzará en el diálogo y la consulta para la formulación de un marco regulatorio.