(Infobae) La baja se produjo a pesar de los aumentos interanuales en los últimos cuatro meses, de acuerdo con un informe privado. Desde 1992 el consumo de energía cayó sólo en 4 años, en todos ellos la economía se contrajo.
El consumo de energía eléctrica en 2019 tuvo una caída del 2,8% respecto de 2018, en lo que constituye la baja más pronunciada de los últimos 27 años, informó la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (FUNDELEC).
El descenso se corresponde con la caída general de la actividad económica, que implicó bajas en la demanda tanto en el segmento industrial como en el comercial y el residencial.
La evolución negativa de la demanda de energía eléctrica tuvo lugar a pesar del repunte registrado en el último tramo del año, con subas interanuales del 4,5% en septiembre, 5% tanto en octubre como en noviembre y 3,3% en diciembre.
Pero ese buen desempeño en el tercer cuatrimestre no alcanzó para neutralizar las ocho caídas consecutivas de enero a agosto y que, en definitiva, incidieron en el número final.
Diciembre tuvo temperaturas promedio levemente superiores a las del mismo mes de 2018, lo que ayudó en parte a que la demanda creciera 3,3%, con picos del 6% en EDESUR y 5,9% en EDENOR, en tanto en el resto del país el incremento interanual fue del 1,4%, de acuerdo con el informe de FUNDELEC en base a datos provisorios de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA).
En diciembre subió la demanda de los tres segmentos: 3,1% el residencial, 4,2% el comercial y 0,4% el industrial, en tanto el total del consumo se distribuyó en 41%, 30% y 29%, respectivamente.
De acuerdo con los registros de la Fundación, en los últimos 27 años solamente en cuatro hubo caídas de la demanda. En tres de ellos, fue coincidente con un descenso del PBI: en 2002 la demanda de energía cayó 2,1% y la actividad económica 10,2%; en 2009 los respectivo retrocesos fueron de 1,2% y 5,9% y el año pasado, con una baja del producto estimada en 3%, la caída del consumo fue de 2,8%.
Sin embargo, la caída de la demanda de 0,5% en 2017 coincidió con un crecimiento del PBI de 2,7%, ya que en su evolución entran en juego otras variables, como la temperatura promedio y el empleo de tecnologías de bajo consumo.