(La Gaceta de Cooperar) Ante la fuerte caída de los ingresos por la crisis generada por la pandemia.

Mientras el país resiste en cuarentena la pandemia Covid-19, las cooperativas siguen abasteciendo de energía eléctrica, agua potable, gas, telecomunicaciones y otros servicios a más de mil localidades de distintas provincias.

Sin embargo, la caída de los ingresos por la falta de capacidad de pago de las facturas por parte de muchas familias, sumada a las dificultades operativas para cobrar, ya está poniendo en una situación crítica la continuidad de estos servicios.

Así se lo hizo saber días atrás al gobierno la Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas, que planteó una serie de medidas y trámites urgentes para morigerar el impacto económico producto de la cuarentena obligatoria.

A través de un documento presentado en el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), acusaron una “disminución sustancial y significativa de las dos terceras partes de los ingresos de las cooperativas de servicios públicos”.

A pesar de la interrupción en la cadena de pagos, la provisión de servicios esenciales, las obliga a “incrementar los gastos sin la contrapartida de los ingresos por cobranzas”.

Esta situación, advirtieron, pone en riesgo el pago de salarios, el abono del suministro energético a quien lo provee, el cumplimiento tributario con los Estados nacional, provincial y municipal “y todos los demás compromisos de pago de bienes y servicios adquiridos para garantizar la normal continuidad de los servicios esenciales”.

A partir de ese diagnóstico, pidieron la habilitación de un sistema de atención al público con todas las medidas de seguridad sanitaria del personal y asociados, que permita abrir bocas de cobro, así como la extensión a las cooperativas de todas las medidas de asistencia al universo pyme.

Esta realidad está golpeando en todas las jurisdicciones. En la Provincia de Buenos Aires, las entidades que agrupan a las cooperativas eléctricas -Apeba, Fedecoba, Face Regional Buenos Aires, Fice y Creces- le transmitieron su preocupación al subsecretario de Energía, Gastón Ghioni.

Oficinas comerciales y canales de cobro tradicionales cerrados; imposibilidad de tomar estados, de facturar o de distribuir facturas ya impresas, e incluso de proceder al corte del servicio por falta de pago en los próximos 180 días son las algunas de las condiciones que afectan su funcionamiento.

“Entendemos que los gastos que debemos privilegiar en esta etapa serán aquellos relativos al pago de los salarios de los trabajadores del sector y a la adquisición de insumos básicos necesarios para asegurar la continuidad del servicio, lo que nos enfrenta a la imposibilidad, cuando menos en lo inmediato, de hacer frente al resto de nuestras obligaciones de pago”, anticiparon.

En consecuencia, solicitaron suspender el vencimiento e intereses de la próxima factura de Cammesa y de las cuatro distribuidoras provinciales que proveen a las cooperativas. “Todo ello con el único fin de evitar que esta imposibilidad de pago derive en acciones que, a la postre, perjudicarán a la población bonaerense”, aclararon.

Finalmente, estas entidades, junto con el ­Foro Regional Eléctrico de la Provincia de Buenos Aires (Freba), instaron a los usuarios que estén en condiciones a abonar el servicio para mantener su normal prestación. En un comunicado, apelaron a la “solidaridad y responsabilidad de los bonaerenses que están en condiciones de abonar sus facturas de luz, para que la energía eléctrica llegue hoy donde más se la necesita”.

En Córdoba, las federaciones Fecescor y FACE Córdoba difundieron un mensaje para valorar los servicios que brindan las cooperativas. «El pago de los servicios nos beneficia a todos», expresaron en el mensaje difundido por canales digitales. Acerca del petitorio de medidas presentado al gobierno nacional, sostuvieron: “Confiamos en que nuestras solicitudes sean revisadas y poder así obtener una respuesta favorable en pos del alivio de nuestras cooperativas asociadas”.

“Las consecuencias se van a agravar y nos demandarán mayor esfuerzo e inteligencia para mantenernos firmes y tener la claridad necesaria a la hora de tomar decisiones. Somos entidades basadas en la solidaridad y como siempre dispuestos a dar lo mejor de cada cooperativista sirviendo a nuestros vecinos”, señaló Luis Castillo, presidente de Fecescor y de la Confederación Nacional de Cooperativas de Electricidad (Conaice).

En Santa Fe, la federación Fescoe viene trabajando con organismos locales y nacionales, entre ellos la Empresa Provincial de la Energía y el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos provincial.

Por otro lado, decidieron habilitar horarios reducidos de atención en las sedes para que los asociados puedan pagar sus servicios o realizar algún otro trámite que requiera ir personalmente, informó este lunes Colsecor. Se ampararon en una interpretación amplia del decreto 297/2020, que las incluye como servicios esenciales, y aquellas que dan prestaciones TIC, en la resolución 328/2020 del Enacom.

“Esta crisis nuevamente pone de manifiesto el rol fundamental e imprescindible de las cooperativas de servicios públicos, que deben ser garantizados ya que constituyen prestaciones esenciales para la vida humana y para cada uno de los más de 10 millones de argentinos y argentinas que reciben energía, agua potable, cloacas, gas, telecomunicaciones y servicios sociales de casi 1800 cooperativas en todo el país”, señaló el presidente de Fescoe, Federico Ferrero.

En La Pampa, donde las cooperativas brindan servicios en todas las localidades de la provincia, la federación Fepamco alentó a realizar gestiones con las respectivas autoridades municipales para lograr la autorización a abrir oficinas y garantizar el cobro de las facturas en la mayor medida posible. “La gente tiene el dinero, cumple siempre y ahora quiere hacer lo mismo, porque además se niegan a atrasarse y a endeudarse”, consideraron en declaraciones publicadas por el diario provincial La Arena.