CAMINO Y DESTINO DEL COOPERATIVISMO ELECTRICO

23 septiembre 2020

(Social y Solidaria) La Federación de Cooperativas de Electricidad y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires –FEDECOBA- cuenta con una trayectoria de 42 años al servicio de sus cooperativas asociadas. Su vicepresidente Angel Cristian Echarren, nos ilustra sobre la evolución del sector y los desafíos que la realidad impone.

Servicios cooperativos: necesidades que se satisfacen

“Nuestras cooperativas se fundaron para proveer el servicio eléctrico, pero luego hubo que satisfacer distintas necesidades de las comunidades y se fueron reinvirtiendo excedentes o capitalizando para poder brindar el servicio de agua potable, cloacas, la telefonía y los servicios sociales que son la nota distintiva de nuestras cooperativas, ya que tanto dignifican la calidad de vida en nuestras comunidades.

Un servicio reconocido y valorado en nuestros pueblos es el sepelio, dejando de lado cualquier manifestación de “status” o condición social, brindando un trato igualitario a todos los vecinos por su condición de asociados.

También en otros servicios que se pueden considerar comerciales (o fuera de la categoría de servicios), por ejemplo, la venta de artículos del hogar, la cooperativa no es una competencia desleal para con los comerciantes del pueblo, sino que actúa como reguladora de precios, facilitando además el acceso a los bienes y posibilitando un financiamiento diferencial, con el plus de la garantía de la propia cooperativa. En definitiva, beneficios tangibles para sus asociados y comunidad en general.

Se promueve el desarrollo local

El Cooperativismo Eléctrico ha sido y es muy importante para el desarrollo local.

Muchas localidades allá en los 90, cuando quedaron sin ferrocarril, estaban desconectadas del mundo y fueron las cooperativas eléctricas las que mantuvieron la actividad local, generaron nuevos nichos de mercado y siguieron mejorando la calidad de vida de sus comunidades.

El Cooperativismo de Servicios Públicos en Argentina comenzó en 1926, con la Cooperativa de Punta Alta, siendo ésta la primera cooperativa eléctrica de Sudamérica. Desde su fundación hubo una transformación del sistema ya que hoy nuestras cooperativas son empresas multiservicios. A fines de los 90, comenzaron a prestar el servicio de Internet, muchas con el sistema dial up (telefónico), pero se atrevieron a hacerlo y se fueron incrementando la cantidad de cooperativas que brindan Internet. Aun hoy algunas están comenzando a incursionar en dicho servicio.

A nivel nacional, tenemos unas 600 cooperativas eléctricas que tienen casi dos millones de usuarios y una población servida de casi ocho millones de habitantes. En la provincia de Buenos Aires, toda la prestación del servicio eléctrico está dado por 4 empresas de lucro (S.A.), que hoy pertenecen al mismo grupo económico y 200 cooperativas.

La fortaleza de las pequeñas cooperativas

Lo que también nos dimensiona con mayor fortaleza es que las pequeñas cooperativas del interior de la provincia, pese a que comercializan el 27% de la energía de la provincia; tienen el 43% de los usuarios y el 67% de los trabajadores.

Es necesario aclarar que estos números no significan que seamos ineficientes. “El compromiso con la comunidad”, es uno de los Principios Cooperativos y es el que nos impulsa a prestar la mejor atención. Pero con las líneas rurales se recorren muchos kilómetros para su mantenimiento, pues tenemos el 68% de la superficie en km2 y el 84% de las redes de distribución de la provincia de Buenos Aires.

No necesitamos 0800, porque en cada uno de nuestros pueblos la atención es personalizada y los equipos están a disposición, aun las cooperativas más pequeñas disponen de todo el equipamiento que necesitan, no hay que esperar que venga un camión de otro pueblo para atenderlos.

En la provincia de Buenos Aires por así disponerlo el marco regulatorio, las tarifas las regula el Estado y el cuadro tarifario es el mismo tanto para las cooperativas como para las empresas de lucro. Por su territorialidad, el 80% de las líneas rurales de la provincia está en manos de cooperativas; también casi el 70% de los transformadores; del 100% de empleados del sector eléctrico en provincia, aproximadamente 2/3 son trabajadores de las cooperativas y el resto son de las distribuidoras sociedades de capital. Sin embargo, y a pesar de las asimetrías mencionadas, donde debemos afrontar erogaciones por 2/3 de los vehículos; 2/3 de empleados; 80% del servicio de líneas rurales, las tarifas que paga un usuario en estas empresas o en la cooperativa es la misma y esto es una situación que nos genera grandes complicaciones por su inequidad.

Pese a este contexto difícil, honramos nuestras deudas y pagamos a los proveedores. También velamos por el bienestar de nuestros trabajadores y cumplimos con los convenios.

Así nos encontró la pandemia con esta situación estructural.

Durante la pandemia

Como somos los propios asociados los que nos prestamos el servicio, mal podemos estar ajenos a este factor sorpresa, que fue la pandemia. Pero, como administramos recursos escasos y de nuestros propios asociados y vecinos, estamos preocupados y hemos recurrido al Estado con el que tenemos permanente contacto y las puertas abiertas y somos conscientes que debemos trabajar de manera conjunta.

No hemos logrado acceder a los beneficios de los ATP; a su vez hay un congelamiento tarifario, al que se le suma la falta de ingresos por la caída de la cobranza.

Nuestros ingresos están congelados desde febrero de 2019; con lo cual resulta evidente la dificultad para afrontar los incrementos de los gastos operativos durante más de un año como también lo que ha significado la devaluación cuando tenemos insumos dolarizados.

Sin embargo, seguimos trabajando y lo hacemos brindando el mejor servicio que podemos y realmente seguimos apostando por la comunidad, y aun con menos montos o ya no con tanta proyección, pero seguimos invirtiendo.

La asistencia del Estado (ATP) no alcanzó a las cooperativas eléctricas

No hemos accedido a los ATP, por no reunir los requisitos objetivos. Nuestra facturación no se modificó; de hecho, la gente incluso está consumiendo más en su domicilio y no tenemos facturación menor para justificar este aporte del Estado. La gran dificultad es que se está demorando la cobranza y nosotros tributamos IVA al momento de facturar; por eso también estamos procurando que se nos permita pagar sobre lo percibido y no sobre el total facturado.

Sabemos que el Estado contempla a las cooperativas; vemos el trato preferencial que se les da. En lo que respecta a las cooperativas de servicios públicos entiendo que se las ve como “distribuidoras eléctricas” cuando en realidad somos una especie diferente, somos “empresas distribuidoras cooperativas” propiedad de sus asociados usuarios. Somos empresas muy importantes en nuestras comunidades por lo que debemos trabajar en forma conjunta con el Estado.

En el imaginario popular, cuando se habla de “las eléctricas”, muchas veces se lo hace en sentido peyorativo; como empresas que se benefician con la situación actual, pero las cooperativas no se llevan nada, dejan todo en el pueblo; generan puestos de trabajo; brindan servicios. En definitiva, mejoran la calidad de vida de sus asociados.

¿Que venimos haciendo en la pandemia?

Se han mantenido los servicios, se continúa trabajando con el Estado, principalmente con el Estado municipal con quien todas las cooperativas de servicios públicos deben trabajar; de hecho, son las autoridades concedentes y a la vez todos estamos apuntando a la misma comunidad. Entonces lo mejor es trabajar en conjunto o con una actitud colaborativa.

Las cooperativas a pesar de su crítica situación financiera y con tantos inconvenientes han hecho aportes importantes traducido a dinero en insumos hospitalarios por el COVID; en alimentos; contribuciones en aparatologías; compras de insumos de distintas características y en el caso de las cooperativas que participan o están asociadas a FEDECOBA, se ha motorizado la actividad junto a la Federación de Entidades Solidarias de Salud -FAESS-.

Antes de la pandemia, un grupo de cooperativas de FEDECOBA habían comprado y donado a sus comunidades 25 desfibriladores con costos muy importantes. Y todas en general, en la provincia de Buenos Aires también han hecho importantes aportes, de acuerdo a sus posibilidades.

Hay un ejemplo que realmente muestra la importancia de los aportes en relación a la dimensión de estas cooperativas, y es en el partido de General Villegas. Hay un grupo que se autodenomina “pueblos cooperativos”. Son cooperativas muy pequeñas, ocho cooperativas eléctricas y una de tamberos. Las ocho cooperativas eléctricas no llegan a los 5500 usuarios con casi 2.000 km de línea rurales. Sin embargo, han donado al Municipio de General Villegas, un equipo respirador que está en el orden del millón de pesos.

La estratégica tecnología

Y otra cuestión que estamos trabajando muchísimo, es el tema de las TIC, somos importantes prestadoras de servicios. El gobierno nacional ha tomado la decisión de declarar los servicios de las tecnologías de la información y las comunicaciones -TIC- servicios públicos esenciales y estratégicos. Las cooperativas eléctricas comenzaron a brindar servicio en la década de 1990, y hoy con toda esta demanda de “home working”, etc., debe hacer más inversiones; sabemos que el ancho de banda está dolarizado, no todas le pueden comprar a ARSAT, muchas le están comprando a las grandes Compañías de Telecomunicaciones -TELCO-, para garantizar conectividad y otras soluciones integradoras de tecnología y eso es una lucha diaria, se pagan tarifas en dólares pero los abonos son en pesos, y sin embargo se brinda servicio a escuelas, instituciones de bien público y se cubren necesidades sociales. Hemos solicitado al ENACOM que tenga presente la realidad de nuestro sector y nos convoque para participar en la reglamentación del DNU presidencial.

¿Cómo vemos la salida?

Habrá una nueva normalidad a la que tendremos que adaptarnos, seguramente como Cooperativas de Servicios Públicos debemos esperar que el Estado nos tienda una mano, porque la situación financiera ya es muy complicada; además en los pueblos más chicos se podría demorar la reactivación de la actividad económica.

La pandemia cambió todo, nos obliga a ser innovadores, y adaptarnos dentro de ese desafío. Creo que debemos procurar la autogestión, la sociedad en alianza con el Estado y tratando de poner límites al capital concentrado, ya que se ha fortalecido en el planeta.

Como Federación, vamos a salir de esta situación cooperando y mejorando lo que sabemos hacer con solidaridad, protagonismo, con la multiplicidad de actores de la comunidad, siempre dentro de la Economía Social y Solidaria y con el Estado.

Un Sector con experiencia y resiliente

Tenemos que seguir motorizando como hasta ahora a nuestras comunidades, pero con mayor madurez y conscientes del momento en que nos toca jugar. Como Federación también continuamos trabajando conjuntamente con otros sectores.

Por ejemplo, se trabaja muchísimo en cooperativas de “Cuidados Domiciliarios” y también en contextos de encierro con FECOOTRA; lo que es Salud trabajamos con FAESS; también articulamos con mutuales; con cooperativas de consumo; con las Confederaciones; con el Estado a partir del propio INAES y con los distintos ministerios que nos tocan por la amplia actividad que tenemos como eléctricos.

También se capacita a la dirigencia de cada cooperativa y a los chicos, ya que se realiza un Concurso Escolar que lleva 29 años formando niños y jóvenes y desde hace tres años venimos trabajando en la conformación de cooperativas escolares, porque consideramos que eso es muy importante. En esto también nos acompaña la reconocida y prestigiosa cooperativista Dora Caeiro.

El Sector Eléctrico debe trabajar con el Estado en todas sus dimensiones

Seguimos trabajando junto al Estado. Además, desde hace varios años COOPERAR implementó una Red de Municipios Cooperativos, con las distintas cooperativas de una comunidad junto al Municipio. Todos los sectores necesitan el trabajo con el Estado y con el Municipio en especial; en este caso, nosotros como Federación nos hemos puesto en la tarea de impulsar esta alianza con nuestras Cooperativas de Servicios Públicos, pero también con FECOOTRA y con distintas federaciones, en un compromiso para realizar actividades conjuntas.

Es un compromiso con el desarrollo local, cooperativo, con la educación cooperativa, con el compre cooperativo local y con el cuidado del ambiente y la salud. Hoy en FEDECOBA ya tenemos diez municipios que lo han suscripto con sus cooperativas y esto suma una Mesa Cooperativa de la Comunidad y ahora con esta nueva gestión del INAES, también se impulsan las Mesas de la Economía Social y Solidaria, lo cual es una vuelta más a la idea original.

Estamos comprometidos con nuestras comunidades, queremos que continúen siendo la casa común como dice el Papa, a la que todos debemos cuidar.

Energías limpias y legado generacional

También procuramos generar energías limpias; trabajar con fuentes renovables; incidiendo en la política para que ello sea posible, porque más allá de la adhesión por lo renovable y el compromiso que podemos tener, todavía falta mucho para que la gran masa de cooperativas pueda hacer sus inversiones y tener realmente la seguridad de que lo que va a invertir lo va a poder mantener y seguir prestando ese servicio con calidad y continuidad.

Debemos seguir brindando nuevos servicios y procurar todas estas mejoras, pensando en el legado que les vamos a dejar a las generaciones futuras. Todos los dirigentes vivimos en nuestros pueblos, somos vecinos y vamos a seguir allí aun no siendo dirigentes, como lo han hecho los que nos precedieron y esperemos poder entregar también esta posta y que sean más y más jóvenes los que se involucren en esta actividad que tanto nos apasiona”.

Colofón

“De las 145 cooperativas asociadas a FEDECOBA, tenemos alrededor de 90 eléctricas que están dando servicio de internet y le están prestando servicio a 120.000 usuarios en banda ancha. Pero ya casi 75.000 de esos 120.000 se encuentran recibiendo Internet mediante tecnología de fibra al hogar.

Esto dimensiona a las pequeñas cooperativas, medianas y algunas grandes, que han hecho esas importantísimas inversiones y que hoy estén brindando esos servicios a sus comunidades”.

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