(COLSECOR) Entrevista al sociólogo Alexandre Roig, designado nuevo presidente del Inaes en reemplazo del fallecido Mario Cafiero. Entre los ejes de su gestión, describió que buscará ampliar el acceso al crédito y reactivar el Consejo Federal.
Alexandre Roig fue nombrado presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) cargo que estaba vacante desde el fallecimiento de Mario Cafiero ocurrido en septiembre 2020. En diálogo con COLSECOR noticias, el funcionario describió algunos lineamientos de gestión y las herramientas que impulsará para profundizar el trabajo que inició su antecesor.
“A Mario lo conocí durante la campaña. Teníamos muchas afinidades, entre otras cosas preocupaciones comunes sobre cuestiones monetarias, y siempre compartí su visión de cómo trabajar con el sector así que para mí es un honor sucederlo”, señaló el flamante funcionario.
Sobre el rumbo de su gestión, Roig dijo que le darán continuidad a “la línea productivista que inició Mario, en particular él fue quien impulsó que el Inaes fuera para el Ministerio de Producción, porque entendemos que las cooperativas y las mutuales son un actor central de la economía Argentina y en este contexto de la reactivación económica. Además, estamos convencidos que los valores cooperativos y mutuales son importantes para poder resolver gran parte de la problemática social en conjunto, más allá de la situación de crisis. Entonces, la cuestión productiva para nosotros va a ser central, vamos a profundizar esa política. Eso implica acompañar los procesos productivos, desarrollar accesos a subvenciones y créditos; y en este sentido cambiar la estructura del Inaes para que, además de sus funciones de control y promoción más tradicional, tenga herramientas para desarrollar la producción”.
Sobre cuáles serán esas herramientas, el recientemente designado presidente del Inaes señaló que buscarán mayor vinculación entre cooperativas y mutuales desde el punto de vista productivo, seguir promoviendo el trabajo con los municipios y “tener más coordinación de las políticas a nivel territorial y sobre todo incrementar la cantidad de créditos al sector porque la gran política para promover la producción es el crédito. Es importante que el sector pueda acceder masivamente al crédito, eso va a ser un eje central”.
¿Qué otros ejes tendrá la gestión?
La dimensión federal del Inaes y la articulación con el territorio, entonces será clave volver a armar toda la política descentralizada que tenía el Inaes y que se perdió durante el gobierno de Macri. Esto a través de las mesas que creó Mario pero también reactivando el Consejo Federal, una política clave de la institución. Eso también es importante porque el Inaes representa y organiza un sector que tiene muchísima presencia en las provincias.
La heterogeneidad del ámbito que compete al Inaes exige políticas diversas, en particular en lo que refiere al acceso al crédito, por ejemplo. ¿Cómo plantean cubrir este amplio abanico con necesidades tan diversas?
Creo que además de estar contemplados en las políticas del Inaes, se debe contribuir a que todo el sector, en toda su diversidad como bien describís, tenga presencia en los imaginarios nacionales porque finalmente hay un país cooperativista y mutualista y ese país está invisibilizado. Y ese país aporta una forma de organización de la producción, de los servicios públicos y de la distribución de los recursos que es totalmente distinta y que ha dado pruebas de ser más eficaz y sobre todo de fundarse sobre valores que contribuyen al bien común. Yo creo que no solamente para el Inaes como institución es importante acompañar a cada uno de sus sectores en su heterogeneidad y particularidad sino avanzar en que el conjunto de la sociedad argentina vea el cooperativismo y el mutualismo como parte fundamental de la sociedad. Y eso es muy importante porque implica consolidar los datos sobre el sector, que hay pocos, ayudar a que esos datos se entiendan. Hay una posibilidad de manejar todos los sectores de la economía desde una lógica cooperativa y mutualista y eso para nosotros es fundamental.
Relacionado con los escasos datos que hay sobre el sector. ¿Inaes avanzará en la digitalización?
Ese es un proceso en trámite y que vamos a profundizar, pero pretendemos que la digitalización no sea en desmedro de la brecha digital, sobre todo en pequeñas cooperativas o en territorios donde esa digitalización puede atentar en contra. Para nosotros la digitalización, además de facilitar los trámites o reorganizar los procesos, es también una herramienta para obtener información y para transparentar todos los procesos del Inaes, eso va a ser una política importante.
En una entrevista de hace un tiempo planteó el concepto de convivencia, en contraposición al de exclusión, de Estado, capital privado junto con el mutualismo y el cooperativismo. ¿Qué implica esto en términos de sociedad?
Eso me parece un concepto clave al momento de visibilizar esta economía del cooperativismo y mutualismo. ¿Por qué digo economía del cooperativismo y el mutualismo? Porque toda economía real es una economía mixta, no existe en el mundo una economía que sea solo de mercado, privada o solamente estatal. Inclusive los países con una economía planificada tienen una parte de su economía que funciona de manera mixta. Eso es importante porque finalmente lo propio de la economía es lograr articular los sectores. Creo que la proporción entre las empresas privadas, las cooperativas, las mutuales, el Estado va a decirnos el tipo de sociedad que queremos porque la organización de la producción, la forma de organización de los servicios públicos modela sistemas de valores y por ende de relación. No es lo mismo formar parte de una cooperativa y tomar decisiones sobre el destino colectivo que estar sometidos a una decisión de otros, sea en el Estado o en el capital privado. Para nosotros es muy importante dar cuenta de esas formas. ¿Significa que toda la sociedad tiene que organizarse de ese modo? Para nada, tiene que ver justamente con la conciencia de ir definiendo cuáles son los sectores mejor organizar de tal o cual forma. En el caso del cooperativismo y mutualismo en particular de Argentina, su desarrollo centenario tiene que ver, entre otras cosas, en que la sociedad se auto-organizó en momentos en que ni el Capital ni el Estado organizaban el territorio o algunos servicios. Eso es importante porque significa que la sociedad no espera que le resuelvan la vida, eso es un principio social. Asumir el carácter complementario de las distintas formas de organización, asumir que la sociedad se auto-organiza, es eso una potencia política inmensa que, además, es portadora de valores de solidaridad, trabajo por el bien común. Me parece que ese es un camino mucho más realista, y más lúcido y que permite transformar la sociedad.
¿Qué lo sorprendió cuando llegó hace 20 años al país, en particular sobre las formas de organización de nuestra sociedad, y luego con su militancia dentro del Movimiento Evita?
A decir verdad yo me instalé acá en 2001 pero desde mi adolescencia que tengo vinculación con la región, viví en Uruguay también, pero siempre me impactó de Argentina la capacidad de organización de la sociedad y cómo la vida política argentina reconoce las mediaciones sociales que organizan la sociedad. Creo que es algo que en muchos países, en particular los europeos, se perdió. ¿En qué sentido? Yo creo que toda sociedad tiene una vitalidad enorme, los grupos se organizan, reivindican, traen sus problemas y nadie se los resuelve. No creo mucho en la pasividad social, por el contrario. La diferencia que hay en Argentina es que la vía política reconoce la existencia de esas mediaciones y hace que por ende sea una sociedad mucho más democrática de lo que la propia sociedad piensa de sí, en el sentido de que hay múltiples niveles de organización democrática. El Estado y el voto son uno, pero también las discusiones que hay dentro de las organizaciones que median. Y es lo que ocurre con el cooperativismo y el mutualismo, está fundado sobre esta democracia. La verdad que hay ahí una potencia muy singular que no vemos en muchas sociedades. Hay organización en muchas sociedades, pero no hay muchas sociedades que reconocen y articulan esas mediaciones.
Alexandre Roig es francés, nacionalizado argentino. Llegó al país en 2001 para estudiar los movimientos sociales. Es sociólogo, académico de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), investigador del Conicet y militante del Movimiento Evita.