(Perfil) El cooperativismo argentino representa cerca del 10 % del PBI y lo componen 21.300 cooperativas y son la expresión más cabal de la comunidad organizada en cada territorio. Cómo funcionan. Por Ariel Guarco, presidente de FEDECOBA, Cooperar y la ACI.
Elegir es más que depositar un voto en una urna. Es adentrarse en el diagnóstico y, sobre todo, en el debate sobre la solución de los problemas que nos afectan.
Por eso, en estas horas tan álgidas en materia de política electoral, quienes lideramos sectores con peso económico y social en el entramado nacional estamos llamados a poner sobre la mesa nuestras miradas, aportes y reflexiones.
El cooperativismo argentino representa cerca del 10 % del PBI, está presente desde fines del siglo XIX y hoy lo integran 21.300 cooperativas diseminadas en todo el territorio nacional.
Se destaca por su enorme diversidad, con respuestas distintas y probadas en cada sector y frente a cada necesidad.
Este capital social es reconocido en el mundo, y es una de las razones por la que hoy la presidencia de la Alianza Cooperativa Internacional está a cargo de un argentino.
Es hora de goobernar con cooperativismo
Las cooperativas son la expresión más cabal de la comunidad organizada en cada territorio, desde grandes ciudades hasta parajes rurales donde no habría siquiera posibilidad de habitar si no hubiera sido por la voluntad asociativa de personas que encuentran en este modelo socioempresarial una herramienta eficaz para lograr prosperidad e igualar la calidad de vida en territorios con disímiles recursos y oportunidades de desarrollo.
Como ejemplo exitoso de alianzas estratégicas público-privadas en los territorios, en nuestro país hemos desarrollado una Red de Municipios Cooperativos que ya tiene más de 60 localidades integradas.
En esa Red confluimos las cooperativas de cada territorio, las federaciones, asociaciones o cámaras que las representan, la confederación nacional (Cooperar) que las nuclea y los gobiernos municipales.
De esa manea se generan en cada comunidad mesas de trabajo conjunto basado en el compre cooperativo y local, la educación cooperativa y el cuidado cooperativo de la salud y el ambiente, entre otros compromisos orientados al desarrollo local sostenible.
A nivel nacional, las entidades nacionales vienen trabajando con el Inaes en la promoción del cooperativismo en distintas escalas, lo cual da como resultado que haya muchas de nuestras empresas creciendo en exportaciones al mundo, y cuatro de ellas figuran entre las más grandes del planeta.
Asimismo, proliferan las cooperativas en las industrias culturales, las nuevas tecnologías y emerge el modelo dentro de actividades como el cannabis medicinal.
En definitiva, Argentina cuenta con un enorme capital social que no puede ser desaprovechado: el movimiento cooperativo más diversificado del mundo.
Gobernar desde un paradigma cooperativo
Para multiplicar este capital se necesitan políticas públicas que acompañen. Algunas ya las tenemos y hay que profundizarlas. Otras siguen pendientes a 50 años de la Ley de Cooperativas y luego de 40 años de democracia.
Propuestas y soluciones puntuales en temas tan diversos y necesarios como alimentos, vivienda, trabajo, energía, cuidados, financiamiento, educación, salud e impuestos son las que el sector propone de cara a las elecciones que vienen.
Es esperable que cada fuerza política que se propone gobernar el territorio nacional así como las provincias y municipios atiendan a este entramado económico, social y cultural único en nuestro país y en el mundo.
No hay manera de superar los múltiples desafíos que enfrentamos como Nación si no es poniendo al cooperativismo en un lugar preponderante, lo cual es depositar en manos de las comunidades la posibilidad de construir su propio futuro.