(Energía Estratégica) Según el último informe de la Secretaría de Energía de Argentina, existen más de 4,5 MW en proyectos de Generación Distribuida que están a la espera de comenzar a generar energía limpia a través de fuentes renovables. 37 usuarios ya solicitaron el cambio de medidor, por uno bidireccional.
La Secretaría de Energía dio a conocer el último reporte sobre ‘Generación Distribuida en Argentina’, correspondiente al mes de enero del 2020.
Allí se describe que “de un total acumulado de 400 proyectos con Reserva de Potencia Aprobada, 37 solicitaron el cambio de medidor y 78 ya completaron la instalación, cuentan con un medidor bidireccional y se convirtieron en Usuarios-Generadores”.
En términos de potencia, existen «de 4.567 kW en proyectos con Reserva de Potencia Aprobada, 341 kW a la espera de la conexión del medidor y 912 kW ya se encuentran instalados y conectados a la red mediante un medidor bidireccional».
Según el informe, las demandas de usuarios provienen de 7 jurisdicciones del país: Córdoba, Mendoza, Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), San Juan, Corrientes, Chaco y Chubut. Cabe señalar que estos relevamientos se enmarcan dentro de la Ley nacional de Generación Distribuida 27.424, donde se excluye de la contabilización a Provincias que tienen su propio marco regulatorio antes de que surgiera la normativa federal, como sucede por ejemplo en Salta y en Santa Fe.
Otro dato interesante que arroja el informe es que la gran mayoría de los pedidos de usuarios para transformarse en generadores proviene del sector residencial, pero en términos comparativos de potencia instalada, el es sector comercial-industrial el que encabeza las solicitudes.
Incentivo para las Provincias
Cabe destacar que la Ley 27.424 cuenta con dos beneficios para incentivar conexiones de energías renovables para autogeneración.
Por un lado, el FODIS, que aún no está operativo pero ya está fondeada la línea de 500 millones de pesos. Se trata de tasas de créditos blandos para usuarios residenciales y del sector pyme para la adquisición de equipos.
Por otro lado, el beneficio del Certificado de Crédito Fiscal (CCF) de hasta $ 2.000.000 por instalación que puede ser utilizado para el pago de impuestos nacionales, como el impuesto a las ganancias o el impuesto al valor agregado.