(Grupo La Verdad) Kelly, directivo mayor del Instituto de Subdistribuidores de Gas de la Argentina, señaló: “Me gustaría tener más precisiones que las que realmente existen, por toda esta situación que se da y que preocupa a la gente”.
Un informe reciente de Economía & Energía expone que, en un marco en el que el GNL (Gas Natural Licuado) cotice a 20 dólares por millón de BTU (British Thermal Unit), la Argentina debería desembolsar 3.252 millones de dólares por el mismo volumen que importó el año pasado. La consultora señala que por cada 10 dólares adicionales por millón de BTU el costo asciende a razón de 1.626 millones de dólares.
La firma detalla a su vez otros posibles escenarios: si el precio del GNL por millón de BTU pasa a ubicarse en los 40 dólares, el país necesitaría 6.500 millones de dólares para hacerle frente a la importación de gas. Y en caso de que el costo se redujera a 30 dólares por la misma unidad, la compra al exterior requería de 4.877 millones en moneda estadounidense. Un número en un contexto de valores por demás de altos como el observado en este inicio de semana, del orden de los 100 dólares por millón de BTU, a la Argentina le correspondería desembolsar 16.260 millones de dólares, de acuerdo a Economía & Energía.
Al respecto, José Luis Kelly, directivo mayor del Instituto de Subdistribuidores de Gas de la Argentina, señaló a Grupo La Verdad que “me gustaría tener más precisiones que las que realmente existen, por toda esta situación que se da y que preocupa a la gente. Hoy podemos solo hablar de especulaciones, con esto de la guerra no hay predicciones. Todos queremos que esto termine cuanto antes”.
“La guerra nos afecta a nosotros con el gas porque en Argentina hay mucho gas, pero hay que sacarlo y traerlo a la zona a la que se consume. A partir de 2019 las productoras bajaron mucho la actividad ante la falta de expectativa de precio, además tenemos que generar nuevos ductos. Hay precios que se multiplicaron y con la guerra esto se vio acentuado”, explicó el entrevistado.
“Se agrava la situación porque hay seca, no hay suficiente agua en la zona de Yacyretá y tenemos también problemas con Bolivia, que nos está por dejar de entregar gas porque su principal cliente es Brasil, que también está afectado por la seca. Entonces vamos a tener que importar más gas en barco, a un precio que no sabemos cuál va a ser y sin haber hecho licitaciones previas. Para el Gobierno la situación es muy complicada”, agregó el Presidente del Instituto de Subdistribuidores de Gas de la Argentina.
“Los precios que se hablan en estas especulaciones tienen que ver con más del 25 por ciento del gas que se usa en la Argentina. No se descarta tampoco que se pueda cortar el GNC. Hay una serie de factores que están complicando esta situación. El panorama es muy complejo e incierto a la vez, el tren viene de frente y no sabemos qué puede pasar”, graficó Kelly.
Gas en Argentina
“Hay que dar más previsibilidad a las productoras. El gas está en Argentina pero no es de Argentina ni lo saca Argentina. La decisión política de un Estado ha sido no aumentar el precio de los combustibles y eso paró la maquinita de sacar gas. Sin previsibilidad las empresas no sacan el gas que tenemos. Para mí es un error estratégico histórico el que venimos cometiendo. Hay una clara diferencia entre tener gas y tenerlo disponible. Hay que ser previsibles para que las empresas quieran venir a invertir plata en el país”, consideró.