Como saldo principal de su visita a Cochabamba, la presidenta Cristina Kirchner acordó ayer con su anfitrión, Evo Morales, una ampliación de los envíos de gas natural a la Argentina, con lo que el país aspira a ahorrar 227 millones de dólares.
El Gobierno explicó que lo que determinará el ahorro será la posibilidad de reducir la cantidad de barcos que se requieren actuamente para el transporte de energía.
Los presidentes acordaron adecuar el contrato de compraventa a las posibilidades de producción de Bolivia y a los requerimientos de Argentina, según se anunció.
Pero estuvo fuera de agenda el tema del precio, según informó el ministro de Planificación, Julio De Vido. En los días previos, desde la Argentina se había anticipado un intento por modificar lo que se paga por la provisión. El futuro embajador en Bolivia, Ariel Basteiro, había dicho que era uno de los objetivos de las reuniones de estos días.
Ayer, además, Cristina Kirchner y Evo Morales abrieron la posibilidad de iniciar un negocio de compra-venta de propano, butano y/o gas licuado de Petróleo (GLP) a partir del segundo semestre del 2014.
Los acuerdos fueron calificados como «fructíferos» por la presidenta argentina, que propuso «reafirmar los vínculos y la rearticulación económica de ambos pueblos» en tiempos de crisis.
«La crisis global es más fuerte que la de 2008. Se necesitan acuerdos que deben ser ganar-ganar, porque tenemos un mercado de cientos de millones de latinoamericanos», indicó en su discurso.
Evo Morales añadió: «En medio de la crisis del capitalismo, pensamos cómo ampliar mercados regionales y en la complementación de nuestras economías».
El acuerdo firmado ayer deja de lado, implícitamente, la obligación de las partes de sujetarse a cupos determinados hasta alcanzar, a fines de esta década, un tope total de 27,7 millones de metros cúbicos por día establecido en el contrato que ayer se modificó.
Bolivia podrá ofrecer mayores volúmenes según su capacidad de producción y la Argentina podrá requerir mayor cantidad del energético según sus necesidades.
La Argentina es actualmente el segundo comprador de gas natural de Bolivia (después de Brasil).