(Identidad Cooperativa, N°71, enero/febrero 2012) – Estamos transitando el Año Internacional de las Cooperativas (AIC), el gran regalo que la Organización de Naciones Unidas (ONU) le ha realizado al sector cooperativo en este 2012. El lema es “Las empresas cooperativas construyen un mundo mejor”. Ahora bien, ¿Esto es cierto? ¿Efectivamente las cooperativas construyen un mundo mejor? O, simplemente, es una expresión de deseos que no va más allá de alardes principistas.
Se me ocurre que un modo sencillo de evaluar si la consigna del AIC 2012 es correcta es haciendo un simple ejercicio de observación a nuestro alrededor, en nuestro pequeño mundo. Es decir, en nuestras comunidades, en nuestros pueblos, en nuestras ciudades, allí donde tiene su ámbito de acción la cooperativa a la cual pertenecemos.
¿Nuestras cooperativas han desarrollado eficientemente un sistema de distribución de energía eléctrica en la población, inclusive llegando a aquellos lugares de difícil acceso? ¿Han extendido sus redes por el interior más profundo de nuestro sector rural, posibilitando el crecimiento de las cadenas productivas del interior? ¿Han llevado, además, servicios esenciales como agua potable, cloacas, telefonía, comunicación? ¿O han desarrollado emprendimientos de carácter social como salas de sepelios, cementerios, ambulancias, salas de primeros auxilios? ¿O de carácter educativo-cultural, como bibliotecas, cines, ciclos de arte, aulas virtuales? ¿En épocas de crisis, han actuado como verdaderos colchones sociales?.
Preguntémonos, también, ¿Qué sería de nuestros pueblos sin las cooperativas de servicios públicos? ¿Se hubieran desarrollado del mismo modo sin aquellos locos visionarios que se llenaron de doctrina, y adoptaron esa forma de vida y la transmitieron a sus hijos y nietos, a sus amigos y al resto de los habitantes para que nosotros hoy podamos disfrutar de sus beneficios?
Si podemos dar respuesta positiva a algunas de estas preguntas, seguramente vamos a coincidir con la ONU en que “las cooperativas construyen un mundo mejor”, porque hacen que nuestros pueblos vivan mejor y contribuyen al desarrollo integral de las personas.
El gran desafío, como lo venimos diciendo reiteradamente, es dar a conocer o hacer visible a la comunidad en general y especialmente a los gobernantes de turno que deben promover y favorecer el desarrollo y crecimiento de las cooperativas. Esa es la gran tarea que nos toca como dirigentes; sin descuidar el contacto directo con nuestras bases.
Por eso, este 2012, desde FEDECOBA se intensificará ese contacto a través de las ya instaladas reuniones regionales a cooperativas asociadas de modo de poder generar esa discusión interna, ese debate enriquecedor, ese análisis en conjunto que nos permita crecer aún mas como movimiento, de manera que podamos visibilizarnos como lo que verdaderamente somos: un gran grupo de personas identificadas con valores y principios que intentan que todos en conjunto y en sociedad vivamos cada dia un poco mejor.
