“El trabajo de ustedes en las ciudades pequeñas y medianas es fantástico”, sostuvo el destacado economista Bernardo Kliksberg, al referirse a la tarea desempeñada por las cooperativas de servicios públicos, ya que “están asegurando determinantes sociales de la salud” en la mayoría de las localidades del país, haciéndoles llegar agua, energía y telecomunicaciones, entre otros servicios esenciales, “en un mundo donde 900 millones de personas no tienen agua y 1.500 millones carecen de energía eléctrica”.
El creador de la llamada “gerencia social” habló delante de un importante grupo de dirigentes de cooperativas reunidos por Cooperar y Conaice, en el auditorium de Pueblo Cooperativo en Tecnópolis, el jueves 18 de octubre. Allí estuvieron presentes representantes de Fedecoba y de cooperativas vinculadas, provenientes de Castelli, Coronel Pringles, Trenque Lauquen, General Viamonte, Carmen de Areco, Benito Juárez, Ramallo, Navarro, Norberto de la Riestra y Nueve de Julio, entre otros.
Para Kliksberg, quien ese mismo día recibió una significativa distinción en el Senado de la Nación, “este es un momento muy especial de la historia” en el cual “el cooperativismo no es un actor marginal ni es uno más en la lucha entre los modelos, sino que es desde su creación una alternativa que ha sido perseguida tanto por el capitalismo salvaje como por las dictaduras burocráticas de Europa del Este”.
Por eso, “el movimiento cooperativo es una de las creaciones más geniales de la humanidad, la idea mejor realizada. Y con un potencial gigantesco, con desafíos muy importantes por delante”. Entre esos desafíos está “cómo hacer sentir su peso y su voz”, y para ello destacó la reciente creación de la Red de Parlamentarios Cooperativistas y la nueva Ley de Medios.
En definitiva, concluyó el especialista en responsabilidad social y autor de 55 libros, “las cooperativas deben prepararse para ser un actor cada más activo”, porque “fortalecer al movimiento cooperativo es inclinar la balanza hacia el bien”.