Convocadas por la Federación de Cooperativas Eléctricas y de Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, dirigentes de entidades que brindan el servicio de energía se reunirán –este martes, en Pigüé– con el fin de evaluar distintas medidas que permitan atenuar los efectos negativos del prolongado retraso tarifario que padecen.
Hace un tiempo, dirigentes de la cooperativa local CELP –después de muchos años cerró el último ejercicio económico con saldo negativo–, junto a otras instituciones del rubro, habían realizado una serie de consultas al respecto a Fedecoba.
«Ante esta situación, la Federación decidió realizar una reunión en Pigüé el próximo martes con un temario libre; aunque en realidad se planteará el gran problema de todas las cooperativas, que es la parte económico», afirmó el presidente del consejo de administración de la CELP, Ricardo Campaña.
La cooperativa pigüense cerró el último ejercicio económico con un déficit de 562.749,13 pesos que, si bien no es una cifra que pueda llegar a preocupar en el corto plazo –mensualmente se facturan alrededor de 2 millones de pesos–, avizoran que la tarifa eléctrica seguirá siendo negativa.
La CELP brinda otros servicios como telefonía, internet, televisión por cable y servicios sociales, que permitieron reducir el impacto negativo de la tarifa eléctrica que prácticamente no se toca en el año.
«Si tomamos energía eléctrica solamente, el déficit del ejercicio ronda los 3,5 millones de pesos, que termina en algo más de 500 mil, porque los otros rubros paliaron el impacto. Estoy en el consejo de administración desde 1996 y es la primera vez que tenemos un balance negativo», puntualizó.
«Estamos muy preocupados por el futuro, ya que la ecuación económica hace que pensemos que esto se va a ir agravando. Hay que tomar medidas muy fuertes para frenar el déficit. Y tratamos de no hacerlo, pero no sé cuánto vamos a aguantar así», agregó.
El dirigente señaló que el gran problema es el retraso tarifario que sufre el sector desde hace muchos años.
«El problema es la tarifa que se pesificó en 2001, ya que desde entonces en lo residencial debemos haber tenido entre 30 y 50% de aumento, mientras que los insumos crecieron hasta un 500%. Así es imposible», reflexionó Campaña.
En ese mismo período, el costo de la energía eléctrica para las cooperativas no se mantuvo en el mismo precio.
«En 2010, por cada 30 pesos de costo facturábamos 100 pesos; en 2011, por cada 50 pesos de costo cobrábamos 110 pesos; y el año pasado, por cada 70 pesos facturamos 120 pesos. La brecha en los ingresos es cada vez más chica, y en los insumos cada vez más grande», dijo.
«Creemos que la tarifa no va a subir, porque si por un lado hay congelamiento de precios, es algo lógico suponer que no van a autorizar una suba», agregó.
Parte del déficit operativo se atenúa con una capitalización mensual de alrededor de 20 pesos que realizan los 8 mil socios que tiene la CELP; monto que seguramente deberá subir aún más, por lo que es necesario que el aumento sea autorizado por los socios en una asamblea extraordinaria que se realiza habitualmente a mediados de cada año.
«La gente comprende, y acepta un incremento similar a la inflación, de un 25% aproximadamente, aunque este año tal vez tengamos que pedirle que aprueben algo más», anticipó.
Números negativos
Según Campaña, uno de los principales problemas de la cooperativa pigüense es que la mayoría de los asociados son de tipo residencial, que es la tarifa más negativa del mercado.
«Hay tres grandes grupos: la residencial; la comercial, que no es tan negativa; y la menos negativa, que es la de grandes consumos. En Pigüé, el 90% es residencial; no tenemos grandes consumidores, salvo algunas excepciones», afirmó Campaña.
Por esa razón, y para que industrias se radiquen en esta localidad, tienen en alquiler un galpón de unos mil metros cuadrados de superficie en el Sector Industrial Planificado.
La CELP tiene en total unos 70 empleados, que lógicamente por la diversificación de servicios que se prestan, están afiliados a distintos sindicatos, y en algunos casos con fuertes conquistas gremiales que repercuten en lo económico.
«Todo ha ido subiendo, entre ello el costo laboral, y últimamente es lo que más incide en el presupuesto anual. Por ejemplo, en el último año tuvimos paritarias de telefonía, con aumentos al 1 de enero, algo que no teníamos en cuenta», afirmó Campaña.
Otro ejemplo de conquistas gremiales que repercuten directamente en la economía de la entidad, es el de Luz y Fuerza, ya que un afiliado a este gremio que se jubile –algo que normalmente hace con la máxima calificación– percibe una suerte de indemnización que actualmente ronda entre 300 y 350 mil pesos, y la CELP, entre este año y el próximo tiene tres personas que se van a acoger a los beneficios de la jubilación.
«Hemos tomado algunas medidas, chicas, el personal colabora mucho porque se da cuenta y le pone el hombro, pero el problema es tarifario. Nosotros le pegamos vueltas, lo queremos maquillar, disimular de una manera, pero el gran problema es la tarifa», finalizó Campaña.