LAS COOPERATIVAS, EN UNA DELICADA CRISIS

08 mayo 2013

(La Nueva Provincia) – Las entidades que brindan el servicio de energía en la región coincidieron en que no podrán soportar mucho tiempo más el congelamiento tarifario, mientras los costos suben mes a mes.  «Estamos en una situación casi límite», sostuvo Ariel Guarco, titular de Fedecoba, durante una reunión en Pigüé.
 
 

Referentes de cooperativas eléctricas de la zona denunciaron ayer que se encuentran atravesando una delicada crisis debido al retraso tarifario, a tal punto que, si los vecinos de sus respectivas comunidades no realizaran aportes de capital en forma periódica, no podrían seguir brindando servicio.

Actualmente el 67% de lo que facturan las entidades por el servicio eléctrico tiene como destino cubrir los salarios del personal, cuando lo recomendable es que a esa finalidad se destine el 40%, otro tanto a la compra y distribución de energía y el 20% a inversiones.

Así lo señaló ayer el pringlense Ariel Guarco, titular de la Federación de Cooperativas de Buenos Aires (Fedecoba) y presidente de la Confederación de Cooperativas Eléctricas (Cooperar).

El directivo dijo que el sector viene soportando «diez años de tarifas que no reflejan la ecuación de costos», dado que no se actualizan en la medida en que lo hacen los salarios del personal de Luz y Fuerza, entre otros costos.

«(Las cooperativas eléctricas) son empresas que no manejan el precio de compra de la energía ni el de venta de su producto, y tienen un gremio fuerte, como el de Luz y Fuerza, que con sus reclamos –que entendemos justos– ha logrado que el costo laboral sea mucho mayor al que cualquier empresa promedio puede soportar», añadió.

Guarco enfatizó que, por no poder manejar el precio al que venden la energía, y al mismo tiempo sufrir el constante incremento de costos, a las cooperativas no les queda otra que recurrir a los aportes de sus asociados y a los excedentes de otras actividades.

«Esto ha posibilitado que diez años de déficit no hayan terminado con la vida institucional de las cooperativas», dijo Guarco.

«Este presente es sumamente preocupante. Es como que uno va caminando hacia el precipicio. No sabemos cuán lejos está, pero sabemos que, si seguimos caminando en esta dirección, nos vamos a caer al precipicio. Esta realidad no se puede sostener mucho tiempo, con tarifas que no reflejan los costos», agregó.

De la reunión de ayer –organizada por Fedecoba, entidad que agrupa al 57% de las cooperativas eléctricas bonaerenses– tomaron parte, además de los dirigentes anfitriones, representantes de entidades de Punta Alta, Carhué, Sierra de la Ventana, Saldungaray, Tornquist, Chasicó, Felipe Solá, Villa Maza, Coronel Pringles, Quenumá, Huanguelén, Rivera, San José, Puan, San Miguel Arcángel, Villa Iris, San Germán, Darregueira, De la Garma, Goyena y Azopardo.

Derroche

Guarco añadió que el bajo costo de la energía trae aparejado otros problemas, como el derroche. «En el año 2002, cuando salimos de la convertibilidad, el costo específico de una factura promedio de energía era del 10% del salario mínimo, vital y móvil. Hoy está en menos del 2%, y con un consumo superior en un 100%», dijo.

Deberíamos tener un aumento del 35 o 40%

Ariel Guarco, de Fedecoba, sostuvo ayer que el déficit que vienen padeciendo las cooperativas eléctricas terminará deteriorando el sistema energético.

«Cuando uno tiene balances deficitarios, primero no puede cumplir con las obligaciones de amortización, que son estados contables, pero luego tampoco se hacen nuevas inversiones y, finalmente, lo que se resiente es el propio sistema», dijo.

«Hoy podemos avizorar lo que viene observando lo que les está pasando a las distribuidoras privadas provinciales y nacionales (de energía): no han invertido un peso en los últimos diez años, y el sistema está colapsado, por lo que ante cualquier mínimo evento se quedan dos, tres o cinco millones de personas sin luz», añadió.

El dirigente consideró que esta situación sólo puede revertirse con un trabajo serio entre el sector y quienes deciden los ajustes tarifarios.

«Nosotros tratamos todos los días con los vecinos y sabemos bien lo que significa un aumento tarifario, pero también sabemos bien que, si se hubieran aplicado aumentos tarifarios a lo largo de diez años, hubieran evitado un problema que hoy es de una magnitud difícil de manejar», afirmó.

«A nadie se le ocurriría hoy producir un aumento tarifario del 100%. Si hubiéramos manejando aumentos escalonados en los últimos cuatro o cinco años, no estaríamos hoy en esta situación cercana al límite», agregó.

El dirigente también dijo que, pese a las propuestas de implementar aumentos paulatinos, nunca fueron convocados para tratar esta posibilidad.

«Hoy deberíamos tener un aumento tarifario no menor al 35 o 40% sólo para salir de esta situación y poder enfrentar el aumento salarial que hace un año y medio que mantenemos en discusión paritaria», manifestó el dirigente.

«Para recomponer el sistema, para que las cooperativas puedan volver a hacer las inversiones que garanticen la estabilidad del sistema a futuro, el número es mayor. Somos conscientes que hay que hablar de esos porcentajes, porque hoy el 67% de los costos de distribución se los llevan los empleados», remarcó.

Guarco aclaró que la problemática es similar en todas las cooperativas, aunque enfatizó que las que más están sufriendo son las pequeñas, por los costos laborales que deben asumir.

«Las empresas nacionales privadas tienen un empleado cada mil usuarios, y el promedio de las cooperativas es un empleado cada 180 usuarios», concluyó.

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