Se calcula terminar con las tareas a comienzos de 2015, según indicó Juan Carlos de Goycoechea, presidente de Isolux, empresa que tiene a cargo la obra. Este proyecto, que prevé una inversión de 5500 millones de pesos, forma parte del plan estratégico del gobierno nacional para proveer de energía eléctrica al sistema argentino de interconexión (red federal de electricidad). “Para la construcción de la central se emplean unos 800 trabajadores en forma directa y otros 500 indirectos”, señaló De Goycoechea.