(InfoNews) – En energía, equivalen al 2,9% del PBI.
La abrupta reducción del esquema de subsidios destinados al sector energético podría tener un impacto en el consumo equivalente al 3% del Producto Interno Bruto, con consecuentes costos sociales y macroeconómicos, por lo que resulta imprescindible que su eliminación se realice de manera gradual, según las conclusiones de un informe elaborado de manera conjunta por la Asociación Argentina del Presupuesto (ASAP) y el Instituto Argentina de la Energía General Mosconi (IAE).
El presidente del IAE, Jorge Lapeña, y el presidente de ASAP, Rafael Flores, realizaron ayer la presentación formal del trabajo denominado “Los subsidios energéticos en Argentina”, en el que se destaca que en los últimos diez años las transferencias de este tipo en el sector eléctrico y de gas natural se multiplicaron 110 veces hasta alcanzar los 128.000 millones de pesos en 2014, equivalente al 2,9 por ciento del PIB.
Para dar una magnitud del alcance de los subsidios de la energía, Flores estimó que 2015 cerraría con un monto cercano a los 142 mil millones de pesos, lo que significaría seis veces más que lo que demanda la Asignación Universal por Hijo (AUH) o 3,5 veces más que el gasto destinado al Sistema Universitario Nacional.
El informe -anticipado en diciembre pasado- coincide con lo que declaró el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien a pocos días de asumir el cargo ratificó que el gobierno nacional pondrá en marcha «un proceso de modificación gradual de los subsidios a las tarifas de los servicios eléctricos y de gas natural», al tiempo que precisó que los «sectores más vulnerables» de la sociedad seguirán contando con este tipo de beneficio.