(La Arena) – Fue concluida en noviembre e inaugurada durante los 70 años de la cooperativa. 

El gerente de la entidad, Claudio Marrón, dijo: “Prometimos y cumplimos” al hacer referencia a los primeros adultos mayores que ya habitan la obra que se anunció en octubre de 2004. Fue concluida en noviembre e inaugurada durante los 70 años de la cooperativa.
La Casa de Ancianos de la Cooperativa de Servicios Públicos de Macachín ya alberga a sus primeros huéspedes y está en pleno funcionamiento, cumpliendo de esta manera la entidad con los plazos previstos a fines del año pasado cuando fue inaugurada. Desde la entidad solidaria se anunció además que en breve comenzarán con el tendido de una red de fibra óptica en la localidad y evaluaron el impacto de los aumentos en la energía eléctrica.
“Prometimos y cumplimos”, dijo el gerente Claudio Marrón al hacer referencia a los primeros adultos mayores que ya habitan la obra que se anunció en octubre de 2004 y fue concluida tras un gran esfuerzo en noviembre del año pasado e inaugurada en ocasión de los 70 años de la cooperativa.
Resaltó “la calidad del servicio que se brinda” y dijo que es “un homenaje a nuestros mayores y un mensaje hacia los jóvenes de que soñando y trabajando se pueden lograr las cosas”.
Monjas de la Congregación “Hermanas Albertinas Siervas de los Pobres”, de origen polaco y con emprendimientos similares en varios lugares del mundo y de un alto grado de profesionalismo, son las encargadas del funcionamiento.
El dirigente sostuvo: “Pensamos en muchas cosas, tanto para los abuelos como para la cooperativa” y desmenuzó que “para nuestros viejos queremos dignidad, calidad de vida y privacidad” y añadió que con esta obra que está terminada en un 40% del proyecto global “estamos dando un paso estratégico, diversificamos aún más los servicios”.
Ejemplificó informando que la casa tendrá cuando este todo el proyecto finalizado “30 empleados, los mismos que tiene hoy el resto de la cooperativa” y alcanzaría, a valores constantes una facturación equivalente a energía eléctrica.
“El objetivo fue hacer una casa para que los ancianos vivan como en una casa y por eso nos frustra cuando se la llama asilo”, opinó y agregó: “Estamos a la altura de lo que hoy se usa en el primer mundo y la palabra asilo es triste y de una concepción de la ancianidad un tanto lúgubre”.
La casa está abierta a todo el mundo, “aunque para los macachinenses es más barato porque se hizo con dinero de la gente de Macachín” y destacó que “está abierta a todos porque para que en el tiempo sea sustentable “tiene que estar a pleno”. Por ahora, la entidad no obtiene beneficios y “el único margen es para seguir invirtiendo en el resto del proyecto”.