ARGENTINA CONECTADA: COOPERATIVAS Y PYMES SERÁN DISTRIBUIDORAS LOCALES

05 marzo 2014

(Ansol) – El Gobierno construyó el 79,3 por ciento del total de la Red Troncal de Fibra Óptica, que ya tiene 15.453 kilómetros. El Estado deberá garantizar un servicio de calidad del ancho de banda y las entidades de la economía solidaria están «preparadas desde hace años para ese desafío», según adelantaron desde el programa Usina de Medios.

 

«El plan Argentina Conectada contempla expresamente a las cooperativas y pymes. Estamos preparados para este desafío desde hace años», afirmó el coordinador del programa Usina de Medios, Nahúm Mirad.

Desde el programa remarcaron que el Estado construyó 15.453 kilómetros de la Red Troncal de Fibra Óptica y que compró otros 4494 a empresas privadas para ponerla en funcionamiento en los próximos meses.

«En el corto plazo se podrá disponer de nuevos accesos y una infraestructura nacional de conectividad plena. De ser sólo relevamientos, pasaron a ser proyectos, para transformarse en obras que son visibles», analizó Mirad.

Y agregó: «Muchos kilómetros con tecnología de avanzada ya se encuentran concluidos y están a punto de comenzar a transferir datos. Lo que hace pocos años nos generaba expectativa hoy se traduce en el crecimiento de nuestros pueblos en materia de telecomunicaciones.»

Desde Usina de Medios señalaron que el Estado, a través del operador nacional ARSAT, deberá gestionar para prestar un servicio de banda ancha de calidad para los usuarios de todo el territorio nacional.

Actualmente, los prestadores de servicios locales, principalmente cooperativas y pymes, se encuentran atados a la disponibilidad y oferta de algunos proveedores mayoristas, generalmente grupos empresarios privados. De este modo, se limita su crecimiento y desarrollo de nuevos servicios.

Por eso contar con una red troncal federal soberana se vuelve determinante para este tipo de empresas a la hora de buscar nuevas soluciones, implementar proyectos N-Play, facilitar el acceso digital a todos los ciudadanos y mejorar la calidad de las prestaciones que consideran estratégicas, entre otros avances, para el desarrollo de todas las regiones del país.

«En ese marco, las pequeñas y medianas empresas junto al resto de las entidades de la Economía Solidaria serán las distribuidoras locales (o prestadoras de última milla, que es el tramo final de la línea de comunicación que llega al usuario), logrando así mayor inclusión, igualdad y equidad en todo el país», concluyó Mirad.

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