EL PRESIDENTE DE INAES REFLEXIONÓ SOBRE LA REALIDAD DEL COOPERATIVISMO

20 julio 2015

(Ansol) – «El desafío es acrecentar el protagonismo”, sostuvo Patricio Griffin. 

 

 

*Por Nahúm Mirad. Desde agosto de 2004 hasta hoy preside el Inaes. Patricio Griffin ha marcado una gestión donde el Estado nacional impulsó un fuerte trabajo de promoción de cooperativas y mutuales. En estos años también se encararon acciones destinadas a fomentar la alianza estratégica entre el Estado y las organizaciones solidarias.

La base conceptual de esa mirada de trabajo mancomunado está contenida en el llamado Consenso de Sunchales, firmado entre cooperativas, mutuales y Estado Nacional en la Capital Nacional del Cooperativismo; allá por el 2006.

“Nos proponemos trabajar conjuntamente el Estado con todos sus organismos competentes y las organizaciones representativas del sector, para elaborar desde la realidad concreta y la pluralidad, las propuestas básicas que consoliden y pongan al servicio de toda la sociedad las herramientas que hoy están ya disponibles en la Argentina: financiación productiva, servicios de salud y educación, servicios públicos, seguros solidarios, comunicaciones, industria y tecnología, producción, comercialización y seguros agropecuarios, vivienda y obra pública, turismo social, etc.”, sostiene el Consenso de Sunchales.

Esta perspectiva de gestión desde el Estado seguramente marcó un “antes y un después” en la relación entre los gobiernos y los movimientos cooperativas y mutuales a lo largo de la historia de nuestro país.

En una charla, en el marco del Día Internacional del Cooperativismo, donde se inauguró en Del Viso (Buenos Aires) una inversión para prestar televisión por Internet realizada por nueve cooperativas de servicios públicos, Griffin tocó varios temas centrales para delinear la realidad actual de la economía solidaria, que presta servicios y provee de productos a nada menos que la mitad de la población del país.

¿En dos pinceladas, como podemos caracterizar la realidad del cooperativismo argentino? 

El Día del Cooperativismo encuentra al movimiento en franca consolidación. Una “medida” de esta situación por primera vez en la historia, la Argentina tiene un vocal en el buró de conducción de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). Y también por primera vez una argentina y mujer, lidera la juventud cooperativista mundial, y en tal carácter integra el Buró de este organismo. Todo esto expresa la nueva realidad social Argentina e Indoamericana: la economía solidaria, la juventud y la mujer han asumido un protagonismo histórico en nuestras sociedades.

Por todo eso el desafío es acrecentar nuestro protagonismo en la sociedad, señalando el rumbo de un modelo equitativo, democrático y participativo, de creación y distribución de riqueza, que ofrezca a nuestros hijos y nietos un mundo mejor.

Por eso la celebración del día del cooperativismo con un evento inaugural de servicios de comunicación de alta tecnología, liderado por 9 Cooperativas de Servicios Públicos de cuatro provincias, y acompañados por las Confederaciones Nacionales y por las Federaciones de Cooperativas y de Mutuales de casi todas las provincias, nos muestra un avance efectivo de la integración empresarial, de la cooperación intercooperativa demandada en el sexto principio del cooperativismo.

Este acto es una consecuencia directa de la unidad conseguida en la práctica y el debate por la Ley de Medios por la que el movimiento cooperativo lucha desde hace 35 años. La visibilidad que demanda el movimiento cooperativo mundial, nos exige hoy esta unidad en lo simbólico, pero también en la práctica diaria.

En diciembre de 2014 se presentó desde INAES un borrador de proyecto de ley de economía solidaria, y se lo puso en debate. ¿Cómo avanza el mismo? 

Tal como anunciamos al momento de su presentación, nos parece más importante el debate, y con él la construcción de un consenso al interior del Movimiento y también con la sociedad, que la urgencia de conseguir la sanción. De poco vale una norma si los llamados a hacerla efectiva no la asumen como propia.

Por eso estamos muy conformes con el avance de los foros, y con el protagonismo y responsabilidad que ha asumido el IPES para extender este debate a todos los ámbitos sociales de todo el país. Es necesario encontrar también, el compromiso de todos los partidos y movimientos populares de la argentina y de sus representantes legislativos para que esta norma cuente con un respaldo amplio que permita garantizar la presencia de la Economía Solidaria, en todas las instancias de decisión.

A lo largo de los foros hubo aportes, propuestas pero también aspectos resistidos del pre proyecto. ¿Cuál es la apreciación que se puede hacer al respecto? 

Como es lógico hay y habrá puntos de discusión que es necesario acordar y resolver. Sin ellos los foros no serían necesarios, y el debate sería un fraude. La grandeza del pensamiento cooperativo se verá en la síntesis, en la capacidad de acordar sobre la diversidad.

Por otro lado, parte de las observaciones y cuestionamientos son motivo de la falta de profundización de la discusión y la reflexión conjunta, por lo que estoy convencido que con el avance del diálogo, no habrá grandes diferencias al final del proceso.

¿Cuál es la importancia de que se encaren políticas de Estado de fomento a las cooperativas? 

No solo nosotros, sino la humanidad entera, estamos frente al desafío de elegir el camino de la concentración de la riqueza, del conocimiento y la cultura, junto con la concentración de la población, la pobreza y la inseguridad, o bien un camino de participación, desarrollo local integral de pueblos, regiones y ciudades don dimensión humana.

Y así estamos obligados a decidir como sociedad por qué camino seguimos. Esto va más allá de adscripciones partidarias; de lo que se trata es de decidir el futuro aún con sensibilidades y motivaciones diversas. Por eso es que se requieren decisiones y Políticas de Estado. Por eso es que consideramos que para construir el modelo de desarrollo local, integrado y participativo, el eje de las Políticas de Estado debe ser incorporar el modelo social, cultural y productivo cooperativo y mutual como parte esencial del contrato social.

Finalmente. ¿Estamos ante una realidad donde la Economía Solidaria se está valorando como alternativa real de otra manera de producir, consumir, prestar servicios, etc? 

Creo que sí, pero para que eso se profundice aún más requiere de fuertes compromisos. Si trabajamos para una sociedad fundada en la solidaridad, una economía sometida a la democracia y al servicio de la humanidad; si reconocemos el llamado papal a respetar la naturaleza y el planeta que heredamos, el componente determinante de ese proyecto es la Economía Solidaria como base de la aplicación del ahorro, el conocimiento, el trabajo y la equidad al modelo productivo y la distribución del esfuerzo y la riqueza.

Sin dudas, en el proceso de integración indoamericana la presencia de la Economía Solidaria es una condición determinante del futuro.

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